Londres/Bagdad/Washington. -La crisis de Irak parece haber entrado en su semana decisiva con la presentación mañana del secretario de Estado Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de pruebas sobre las armas de destrucción masiva que supuestamente el régimen iraquí oculta. Powell indicó que "aunque no habrá pruebas fehacientes, entregaremos evidencias respecto a los programas de armas que intenta ocultar Irak" y agregó que "nuestras evidencias reforzarán los dichos de los inspectores: que no reciben la cooperación necesaria, que sus pedidos son bloqueados y que sus preguntas permanecen sin respuestas".
En un artículo de opinión publicado en el Wall Street Journal, el secretario de Estado estadounidense, indicó que "en conclusión, ofreceremos una demostración franca, sobria e irresistible de que Saddam Hussein está ocultando las evidencias de sus armas de destrucción masiva, mientras preserva las propias armas". El jefe de la diplomacia estadounidense está bajo una intensa presión para suministrar evidencias convincentes de que Irak posee armas de destrucción masiva. Un fracaso en su intento por convencer a la escéptica comunidad internacional perjudicaría al presidente George W. Bush en sus esfuerzos por formar una coalición para desarmar a Irak por la fuerza.
"Un desenlace pacífico de esta situación es posible si Irak coopera con la ONU y se desarma", indicó Powell. "Desafortunadamente, Saddam parece estar conduciendo a su país por otro camino. Estados Unidos busca un desarme pacífico de Irak. Pero no descartamos la guerra si esa es la única forma de despojar a Irak de sus armas de destrucción masiva", concluyó.
Pruebas "inconfundibles"
El primer ministro británico, Tony Blair, aseguró que son "inconfundibles" las pruebas contra Hussein que Estados Unidos presentará ante el Consejo de Seguridad. "Las pruebas de la falta de cooperación de Irak son inconfundibles", estimo Blair en la Cámara de los Comunes, cuando informaba a los parlamentarios británicos sobre su encuentro del viernes pasado con el presidente Bush.
"Saddam no respondió todavía a las preguntas referentes a las miles de municiones que faltan y a las toneladas de agentes químicos y biológicos que desaparecieron", indicó Blair. El premier británico agregó que "entramos en la fase final de doce años de desarme de Irak. Hace ocho semanas que dimos a Saddam una última oportunidad de desarmarse y hace 600 semanas que le dimos su primera oportunidad".
"El presidente Bush y yo mismo acordamos que debíamos buscar un apoyo máximo a tal resolución a condición, como siempre, que los esfuerzos para obtener dicha resolución constituyan un medio de resolver esta cuestión y no de retrasarla o evitarla", insistió Blair.
Blair habló telefónicamente ayer sobre Irak con el presidente francés, Jacques Chirac, con quien se reunirá hoy. El premier también prevé conversaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin, en la vertiginosa agenda diplomática que manejan Estados Unidos y sus aliados para convencer a los países más retiscentes a la guerra sobre la necesidad de atacar a Hussein.
Blix pide información concreta
El jefe de los inspectores en desarme de la ONU, Hans Blix, pidió a Colin Powell, que en el informe que presentará mañana ante el Consejo brinde informaciones concretas sobre lugares precisos que puedan ser verificadas por los inspectores que se encuentran en Irak. Consultado sobre qué esperaba de Powell en el Consejo de Seguridad, dijo: "Necesitamos pruebas que nos permitan llevar a cabo acciones, es decir pruebas que nos conduzcan directamente a sitios precisos", según una entrevista que publicó el periódico alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung.
Powell, prometió que las evidencias que presentará contra Irak son "francas, sobrias y contundentes", con respecto a que Bagdad está ocultando armas en violación con las exigencias de la ONU. Además, Powell afirmó que la administración estadounidense estrechará diferencias con los aliados escépticos sobre Irak y que consultará plenamente a sus socios antes de que se adopte cualquier decisión de ira a la guerra.
Francia, en tanto, confirmó querer mantener su posición de principio. En una entrevista publicada por el periódico indio The Hindu, el primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin, comentó que su país tiene "la firme intención de conservar su autonomía", en lo que concierne a la crisis iraquí.
Powell hará la presentación ante otros once cancilleres, y la sesión será presidida por el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, quien al día siguiente de la aplastante derrota del jefe del gobierno alemán, Gerhard Schroeder, en las elecciones regionales, debe sostener otra promesa electoral, como de que Berlín no se empeñará en una guerra en Medio Oriente.
Esta presentación ante el Consejo coincide con el probable viaje a Irak de los inspectores jefes de la ONU para el desarme, Hans Blix y Mohamed El Baradei, el 8 y 9 de febrero, antes del decisivo informe que ambos deben presentar al cuerpo de 15 miembros de la ONU el 14 de febrero.
Sobre el terreno, los expertos de la ONU encontraron ayer un molde de misil y una ojiva modificada, abandonadas en un emplazamiento militar cerca de Bagdad, indicó la agencia oficial iraquí INA, quien minimizó este descubrimiento. Según la agencia, quien cita a algunos responsables del organismo iraquí encargados de la coordinación con los inspectores (NMD), los expertos visitaron la compañía Al-Nida donde "vieron un molde abandonado para un pequeño misil de 20 centímetros de diámetro".
Según la agencia, "el asunto fue solucionado y él se encargó de presentar a los inspectores explicaciones suplementarias posteriormente". Los inspectores encontraron también en el mismo emplazamiento "una ojiva modificada para un misil de tipo Luna (ruso) de un alcance de 70 kilómetros", afirmó INA. "Se trata de una ojiva abandonada y estropeada que no tiene nada que ver con los antiguos programas de armamento prohibidos y esto ya se le ha comunicado al jefe del equipo", añadió la agencia.
"No hay plazos"
La Casa Blanca, por su parte, negó terminantemente un informe de prensa según el cual Estados Unidos y Gran Bretaña acordaron un plan para limitar la duración de las inspecciones de armas de la ONU en Irak a no más de seis semanas. El diario The Angeles Times, que citó a funcionarios estadounidenses y británicos, indicó que los dirigentes de ambos países se pusieron de acuerdo en dar un último plazo de entre cuatro y seis semanas al régimen de Saddam Hussein. (AFP, DPA, Reuters y Télam)