En un partido con características mucho más parecidas a un entrenamiento que a un encuentro convencional, el equipo alternativo de Argentina derrotó claramente a la endeble selección de Honduras por 3 a 1 en San Pedro Sula. Antes que se cumplieran 5 minutos, Argentina dejó claramente expuestas las debilidades hondureñas en el fondo. Una muy buena combinación entre Mariano González y Luis González derivó en un centro de Lucho que por centímetros no pudo empujar a la red Insúa. Dos minutos después, le hicieron penal a González, pero no fue sancionado. A la salida de esa jugada, Argentina quedó muy mal parada, Burdisso marcó peor y Saúl Martínez se fue derechito al gol en la primera visita centroamericana a los dominios de Saja. A los 11' Diego Milito la pico ante el arquero, pero el manotazo de Cuellar evitó que el resultado empezara a tener cierta cordura. El desarrollo, por entonces, favorecía netamente a Argentina que manejaba el terreno y la pelota desde los pies de Lucho González. Hubo que esperar hasta los 15'. Un lateral rápido de Mariano González le dio la chance a Lucho de obsequiarle el empate a Diego Milito. El de Racing sólo tuvo que empujarla. El partido, amistoso con toda la sintomatología de un compromiso sin puntos en juego, se inclinaba hacia el lado de Argentina por el peso de sus individualidades y porque sabía encontrar cierto protagonismo en medio del desorden. Agréguese a estos condimentos, el nerviosismo de 11 futbolistas vestidos de azul (Argentina) que parecían tener la premisa de demostrar todo en apenas una jugada. El partido entró en un pozo de imprecisiones e intrascendencia del que no pudo salir hasta el final de la primera etapa. Por entonces, Argentina mostraba dos características bien definidas: superioridad individual y endeblez defensiva. En el segundo tiempo todo cambió antes del minuto. Es que el árbitro decidió expulsar insólitamente al hondureño Figueroa por tocar de atrás a Mariano González. La cancha se inclinó definitivamente. A la distancia técnica que imponían los futbolistas argentinos se le sumó la diferencia numérica y la precisión de Lucho y Mariano González para estampar dos goles de diferencia en un par de minutos que sentenciaron la suerte del resultado. A los 9' el González de River contó con la invalorable colaboración del arquero para poner el 2 a 1 desde afuera del área y a los 11' su homónimo de Racing se abusó de las gentilezas defensivas de los centroamericanos para marcar el 3 a 1. Allí, el partido se acható hasta que el inefable Neftalí Recinos decidió ponerle algo de incertidumbre al resultado. Expulsó sin motivos a Gabriel Milito a los 28' y a Garcé por doble amarilla a los 34'. Pero para entonces, Honduras había tirado la toalla y el partido estaba cerrado.
| |