cartas

Yo pesimista, ¿y vos?

Siempre a cualquiera de nosotros nos puede resultar difícil hacernos entender. La cosa se complica un poco más si no lo hacemos en forma oral, sino escrita. Es poco probable que una palabra sea leída con la exacta intención de lo que se quiso escribir. Y lo que te quiero decir es que soy pesimista sobre el futuro de Argentina; por más que lo aclare y diga nunca podrás enterderlo del todo, sólo acercarte a medias. Esto sucede con vos, también, y con las personas que te rodean cuando querés comunicarte. Así que imaginate que soy muy pesimista, más que pesimista,realmente hiperpesimista. Si el presente del país es desastroso, ¿por qué el futuro no lo será aún más? Con gobiernos democráticos o militares siempre estuvo la promesa de que el futuro sería mejor. A mi mamá le contaba su abuela que cuando ella era joven, fines del siglo XIX, ya se hablaba que "nacería una nueva y próspera nación". Si alguna vez algo nació y si fue próspera es algo que todavía se discute, porque lo que se dice "próspera" para todos, todos, nunca lo fue. Siempre fueron y son los sectores minoritarios y oligárquicos los que prosperaron. Ni cuando era "el granero del mundo", ni en el primer gobierno de Perón dejó de haber pobres y marginados económicos. Por esto soy pesimista y porque la historia condena, mucho más, sino se es un país europeo. A lo mejor vos no seas un pesimista hoy, pero en el futuro seguramente lo serás. Porque Argentina hace décadas que viene "fabricando" toneladas de pesimistas como para exportar: es su mayor industria nacional. Y esto fue siempre así; después que alguien asumió la presidencia ya sea por los votos o por las armas, al poco tiempo vuelve la desazón al pueblo. Ahora por millonésima vez el mismo discurso: "Ahora sí, Argentina por fin se va a levantar". El argumento actual es que "se retoma el rumbo del proceso de la sustitución de importaciones". ¿No te suena a un verso más? Sí, soy pesimista, ¿y vos?
Daniel Marocco