Año CXXXVI
 Nº 49.737
Rosario,
miércoles  29 de
enero de 2003
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Barrio La Esperanza
Una mujer y sus hijos escaparon ilesos del derrumbe de su casa
Uno de los nenes se salvó por quedarse bajo una mesa. La familia quedó arruinada

El techo comenzó a despedir polvillo, las paredes cedieron y media casa quedó convertida en escombros. La secuencia ocurrió en minutos y tomó desprevenidos a los moradores, una mujer y tres de sus hijos que hasta ayer vivían en una casa de barrio La Esperanza. El mayor de los hijos, de 13 años, se refugió abajo de la mesa del comedor y así evitó ser aplastado por los escombros. Su mamá, de 37, y los dos hermanos que estaban con ella alcanzaron a ponerse a salvo.
El derrumbe ocurrió después del mediodía en una casa ubicada en Herrera al 1900, entre Avalos y Cavia. El ruido fue atronador y enseguida lo siguieron los gritos desesperados de Marco, el mayor de los hijos de Gisela Vélez, que había quedado atrapado debajo de la casa desplomada.
Sacudidos por el ruido, los vecinos llegaron enseguida a la casa, ubicada en la parte trasera del terreno. Desde la parte de la vivienda que quedó en pie, pudieron entrar y ayudar a salir a la mujer y los dos hijos más chicos, Mateo, de 14 meses; y Lautaro, de 11 años que al ver los primeros desprendimientos corrieron hacia un pasillo al lado del comedor.
El rescate de Marco fue más trabajoso, ya que el chico se encontraba atrapado entre los escombros y la mesa, que le sirvió de protección.
"No le pasó nada, sólo tenían raspones", contaron Raúl y Patricio, dos de los vecinos que sacaron al nene de su improvisado refugio. La familia entera fue trasladada al Hospital Alberdi para su atención y control y anoche intentaba superar el shock en la casa de sus familiares.
Personal de Defensa Civil y Obras Particulares de la Municipalidad relevó el lugar tras el derrumbe. Los profesionales no hallaron una razón para explicar el accidente. Sólo evaluaron que el doble cielorraso podría haber generado un sobrepeso en el techo, pero el suelo estaba seco y firme.
Los funcionarios señalaron que la parte de la casa que quedó en pie debe ser evaluada con cuidado antes de que vuelva a ser ocupada, ya que tiene profundas rajaduras y las paredes poco firmes. Las camas y muebles de ese sector fueron utilizados para apuntalar la construcción.
Los vecinos se ocuparon luego de recuperar las pocas pertenencias de la familia que se salvaron. Vélez y sus hijos perdieron la mayoría de los muebles y artefactos en el derrumbe. "Cualquier ayuda es bienvenida, sobre todo materiales de construcción", dijo en forma de pedido Eliana, la hermana de Gisela. El teléfono de la familia es 4546168.



El doble cielorraso habría hecho desplomar la casa. (Foto: Daniel Carrizo)
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