Un albañil que cavaba una zanja para levantar un tapial descubrió enterrados a poco más de medio metro de profundidad y debajo de una loza de cemento el esqueleto de una persona cuyo fallecimiento se habría producido hace más de 15 años. Lo más llamativo del macabro hallazgo fue que la cabeza se encontraba separada a casi dos metros del resto del cuerpo. Peritos forenses trabajaban ayer en la identificación del cuerpo y sobre las probables causas de muerte.
La mayoría de los indicios, además del lugar donde fue hallado el esqueleto, parecían construir por sí mismos la hipótesis de un antiguo crimen. El cuerpo sepultado a medio metro bajo tierra, con muchos miembros seccionados y con una loza de cemento encima revelaban muy presumiblemente un asesinato.
Eran alrededor de las 9.30 de ayer cuando tres albañiles cavaban una zanja en el frente de un terreno ubicado en Friuli 478 (Urquiza al 8000) en el sector sur de Fisherton. La intención era preparar esa franja de tierra para la realización de los cimientos de un tapial. Las tareas habían comenzado el lunes y tenían como objetivo la construcción de un garaje.
A esa hora de ayer y cuando ya habían abierto un tramo de poco más de dos metros, Florentino Ferreyra, uno de los peones, clavó con fuerza su pala de pico contra la tierra y sintió que la herramienta impactaba contra algo duro. Con más de 40 años en el rubro de la construcción, entre los cuales trabajó en el cementerio israelita, Ferreyra supo enseguida que se había topado con una loza que estaba enterrada a unos 50 centímetros del suelo.
Ayudado por los otros empleados, continuaron excavando hasta que rompieron la loza y entre el montículo de tierra removida divisaron algo que no los sorprendió tanto al principio. "Pensé que se trataba de un perro. Cada dos por tres nos encontramos con un animalito en las fosas", contó el albañil. Pero esa sospecha se transformó en susto cuando, luego de remover con más ímpetu la tierra del pozo, se divisó claramente una calavera.
El dueño del predio, alertado por los trabajadores, avisó a la policía y poco después llegaron el gabinete de la División Criminalística y una patrulla de rescate de los Bomberos Zapadores. Así, peritos y socorristas comenzaron a desenterrar el cuerpo con cuidadosas paladas y hasta extrayendo la tierra con las manos.
La confirmación
Después de unos minutos se confirmó que se trataban de restos humanos. Se encontraron, además de la calavera, partes de las piernas, brazos y algunas costillas. Según se vio, el paso del tiempo redujo el cadáver a un conjunto de huesos blancos y resecos. También se hallaron piezas sueltas. Lo más llamativo fue la distancia de dos metros entre la calavera y el resto del cuerpo. Además había unos trozos de tela y de suelas de zapatos.
Los peritos de Criminalística aclararon que aún se deben esperar los resultados de análisis más complejos que se realizarán en el Instituto Médico Legal, pero estimaron que, a juzgar por el estado de los restos óseos, la muerte dataría de entre 15 y 20 años.
De la primera inspección en el lugar ni siquiera se pudo apreciar el sexo, sólo se estimó que se trataría de una persona muy joven o de contextura física menuda. La tarea que tienen los forenses será más que ardua para identificar los restos y para establecer la causa de muerte. "A partir de ahora esto es como un rompecabezas", definió un perito. "Estas piezas, así como se encontraron, se ponen en una mesa. De esa forma se reconstruye el esqueleto y se lo examina parte por parte para ver si tiene, por ejemplo, una herida de bala o algo que haga suponer una muerte violenta", agregó el investigador.
El sitio donde apareció el esqueleto es un barrio de reciente explosión demográfica al sur de la avenida Eva Perón y a tres cuadras al este del country del Jockey Club. Por la época en que pudo producirse la muerte de esa persona, el vecindario estaba muy poco poblado y era considerado "pleno campo", según una mujer que vive justo en frente del lugar del hallazgo.
La zona sufría problemas de anegamiento por lluvias. Antes del Emisario 9, que pasa por el subsuelo de Urquiza y Friuli, el sector solía cubrirse de agua. "Antes de la obra esto era una gran laguna porque los terrenos son bajos. Después se comenzó a edificar y el barrio creció hace menos de 10 años con el sector de Lomas de Fisherton", comentó una vecina.