Año CXXXVI
 Nº 49.737
Rosario,
miércoles  29 de
enero de 2003
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La antiyanqui "Meca-Cola" hace furor no sólo en Francia

Todo comenzó hace algunos meses con un capital inicial de 22.000 euros (similar en dólares) y "algo de creatividad". El empresario francés tenía previsto vender en principio 160.000 botellas de la nueva bebida con cafeína "Meca-Cola", que toma su nombre del lugar sagrado de los musulmanes. "En tres días las había vendido", dice Taefik Mathlouthi, de 46 años, haciendo referencia a que mientras tanto ya tiene pedidos de hasta 16 millones de botellas en todo el mundo.
El porqué la Meca-Cola hace furor en otras dos decenas de países después de Francia, es algo que el empresario tiene muy claro: está relacionado con la política. "No tomar a lo tonto, sino de forma comprometida", se lee en francés y en árabe en las etiquetas de las botellas. Se trata de un refresco en contra del Tío Sam.
De cada una de las botellas de 1,5 litro que el fundador y director de la francesa radio Méditerranée vendió desde el comienzo del mes sagrado del Ramadán, el diez por ciento de ganancias se destina a la causa palestina mediante organizaciones humanitarias.
Mathlouthi dona otro diez por ciento a organizaciones europeas. Y no sólo árabes y musulmanes compran Meca-Cola, sino también otras personas, que, como él afirma, "ya no pueden soportar los crímenes que comete Estados Unidos".
Su Meca-Cola no sólo toma su nombre del lugar sagrado al que peregrinan los musulmanes, sino también de una etnia indígena americana extinguida. La oscura bebida tiene un sabor más fuerte y menos dulce que los conocidos originales estadounidenses. "No mezclar con alcohol", dice en la botella como indicación para el musulmán creyente.
Mathlouthi rechaza enérgicamente el comentario de que la Meca-Cola se asemeja en su diseño a sus modelos estadounidenses. "El rojo de nuestra botella es diferente a la Coca-Cola, y nosotros tenemos verde en la etiqueta, porque nos atenemos a los colores palestinos". El empresario francés se orientó más bien en la iraní Zamzam-Cola, que toma su nombre de una fuente sagrada en la Meca.
Esta bebida vendió ya más de diez millones de botellas en países como Arabia Saudí y Bahrein. "No puedo cerrar contratos de venta en 20 lugares al mismo tiempo -dice el empresario respecto de la larga lista de espera-. Pero de aquí a junio queremos estar presentes en los cinco continentes".
El consumo de Meca-Cola en Gran Bretaña es de 1,8 millón de botellas al mes, lo que supera ya al del país de origen de la bebida. La fuerte competencia estadounidense también registró la novedad. Los medios de ese país informaron ya del empresario originario de Túnez que cuenta orgulloso cada botella que exporta a EEUU. (DPA)


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