Año CXXXVI
 Nº 49.728
Rosario,
lunes  20 de
enero de 2003
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Parquefield
La traba de un arma salvó a un ex policía de la ira de un ladrón
El asaltante entró en casa del oficial, descubrió una pistola y le gatilló dos veces al cuerpo. Luego lo atraparon

Un ex policía de 66 años estuvo a punto de ser baleado a quemarropa con el arma que desde hace más de 20 años guarda en su mesa de luz por un ladrón que había ingresado a su casa de la zona noroeste, pero se salvó de resultar herido porque el arma tenía colocadas las trabas de seguridad. Aunque el ex oficial no se resistió al asalto, el ladrón montó en cólera cuando descubrió que su víctima había pertenecido a la fuerza. "¿Así que sos rati?", preguntó antes de gatillar dos veces, sin éxito, la pistola 11.25. Poco después fue cercado por la policía cuando escapaba por un angosto sendero peatonal del barrio. El policía resultó ileso, pero se llevó tal susto que terminó con un ataque de nervios.
Cerca de la una de ayer, el ex oficial principal Enzo Videla barría el comedor de su casa del Fonavi de Parquefield, de la calle 1345 al 2400, mientras esperaba que llegara su esposa para almorzar. Cuando abrió la puerta de calle para barrer la vereda, se abalanzó un joven armado con un cuchillo de unos 20 centímetros de hoja que le exigió dinero.
"Metete adentro y cerrá la puerta", le ordenó el delincuente, quien empezó a revisar los cajones del dormitorio en busca de objetos de valor. Primero encontró dos alhajeros con algunas cadenas, pulseras y anillos de oro. Luego halló en el cajón de la mesa de luz una Colt calibre 11.25 que Videla compró hace más de 20 años.
"¿Así que sos rati", preguntó al adivinar que estaba frente a un uniformado. Videla estaba tan indefenso que lo negó, pero el asaltante igual disparó a quemarropa dos veces el arma, sin que salieran disparos. "Es un arma muy segura. Tiene dos seguros estándar en el gatillo y en el martillo que evitan que se la pueda cargar y un tercer seguro extra en la empuñadura", explicó el subcomisario Baltasar Manchado, subjefe de la comisaría 30ª.
Según reveló Manchado, el jubilado intentó desarmar al ladrón al notar que no sabía emplear el revólver. Se produjo un forcejeo y el ex policía terminó en el piso con un golpe leve en la pierna. El delincuente aprovechó para escapar con las alhajas y el arma en su poder, seguido por Videla. En ese momento pasó por el lugar un patrullero de la comisaría 30ª al mando de Manchado, que se lanzó tras el asaltante.
El ladrón se introdujo entonces en un estrecho pasaje peatonal ubicado entre las calles Baigorria y Zaino, casi en el límite con Parquefield. Un oficial lo siguió a la carrera mientras Manchado se dirigía en auto hasta el lado opuesto del sendero.
Allí atrapó del tobillo al ladrón cuando, al verse sin salida, intentaba escapar por el tapial de una vivienda a cuyo patio había arrojado el arma. El detenido, Carlos Pacheco, de 24 años, quien según la policía estuvo imputado en 14 causas penales.


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