Uno tras otro, los protagonistas de las dos fugas que sacudieron el comienzo del año a las autoridades de la Unidad Regional II son recapturados con el correr de los días. El sábado a la noche fue apresado el noveno de los 20 evadidos de la seccional 1ª tras el robo a una panadería de Villa Gobernador Gálvez. Su captura completó las detenciones del fin de semana, cuando otros dos prófugos volvieron a caer presos por su participación en distintos robos. Así, de los 25 evadidos de las comisarías 1ª y 10ª, 11 volvieron tras las rejas mientras 14 aún permanecen con destino incierto.
El último arresto perfiló un patrón en el modo como los prófugos vuelven a ser recluidos en los precarios penales policiales. Con excepción de los seis evadidos de la seccional 1ª, que fueron atrapados el mismo día de la fuga en las inmediaciones, el resto de las detenciones fue más fruto del azar o la reincidencia delictiva de los fugitivos que de un deliberado plan de búsqueda.
Al menos así volvió a quedar recluido Pedro Barboza, de 29 años, quien había escapado de la comisaría 1ª y el sábado a la noche cayó por un asalto. El robo fue a las 20.30 en la panadería San Fernando, de San Martín y Lisandro de la Torre, en Villa Gobernador Gálvez. El ladrón amenazó con un revólver a la cajera, de 29 años, se apoderó de los 15 pesos de recaudación y se fue en una bicicleta. El Comando Radioeléctrico lo atrapó en la esquina de 20 de Junio y San Juan cuando llevaba en sus bolsillos el dinero robado y un revólver calibre 38. Y aunque dio un nombre falso, los policías no tardaron en sentar su verdadera identidad.
La fuga del desbordado penal de Juan Manuel de Rosas al 1300 rompió el récord de evadidos el 7 de enero pasado, cuando 20 internos atravesaron un túnel que habían cavado entre un calabozo y una playa de estacionamiento lindera. Seis de los que ganaron la calle volvieron al encierro el mismo día como resultado de un rastrillaje en las inmediaciones.
El martes 14 de enero fue apresado José Alberto Valenzuela, de 28 años, cuando iba caminando con una chica de 21 años por Esquiú al 6100. Lo demoraron al reconocer un tatuaje en su hombro. Brindó un documento falso, pero le practicaron un cotejo fotográfico que terminó con el engaño.
Por obra de la casualidad, la chica que lo acompañaba es la hermana de otro recapturado ese mismo día cuando asaltaba un supermercado de Vélez Sársfield y Formosa. Un sargento de policía intuyó el robo al ver a su cómplice haciendo de campana en la vereda y lo inmovilizó cuando apuntaba a la cajera con un revólver calibre 32. Era Mauro Nicolás Wendler, de 19 años, quien escapó de la seccional 10ª el 11 de enero.
Ese día, cinco presos serrucharon en pleno horario de visitas los barrotes de una ventanilla de 20 centímetros por 30 que da a un patio trasero. Se escabulleron por el estrecho ventanuco pese a que en el lugar se encontraban los familiares de 56 internos y seis custodios.
El segundo de los cinco fugados de la 10ª, Juan Pablo Colovatto, de 19 años, fue recapturado la noche del viernes 17. El Comando de Granadero Baigorria lo interceptó cuando huía junto a un cómplice en un Renault Megane robado en Fray Luis Beltrán. Se desató una persecución por la ruta 11 que culminó cuando el auto robado chocó contra un árbol.
Una día después, entre los seis detenidos por el robo al banco y copamiento de la comisaría de Coronel Arnold cayó Juan Carlos Basso, quien había fugado de la 1ª un día antes del golpe. Lo detuvieron en una vivienda del barrio La Cerámica allanada en medio de un operativo policial.
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La Ciudad
