Caracas. - Con cambios en el gabinete, en el alto mando castrense y allanamientos militares a empresas privadas, el paro en Venezuela arribó a 50 días sin que el gobierno y la oposición trancen -bajo la atenta mirada de un Grupo de Países Amigos- una salida política al paro general. El presidente Hugo Chávez nombró ayer al general Jorge García Carneiro como comandante general del ejército y como ministro del Interior al ex general tres estrellas Lucas Rincón, ex inspector general de las fuerzas armadas cuando el golpe de Estado de abril de 2002. El anuncio en abril de la renuncia de Chávez por parte Lucas Rincón, ante la televisión, dio paso al golpe que instaló en la presidencia al empresario Pedro Carmona, pero al mismo tiempo, Rincón se negó a ser cabeza del alto mando militar de ese gobierno de facto. Chávez recuperó la presidencia 47 horas después. El mandatario agradeció a Rincón públicamente su actuación y lo designó ministro de Defensa. García Carneiro, jefe de la guarnición de Caracas y muy próximo al mandatario, reemplazará al general José Luis García Montoya al frente del ejército. Estos cambios se suman a las advertencias del presidente de que seguirán los allanamientos a locales donde se tenga información que se acaparan alimentos, en el marco del paro opositor que entra en su octava semana. Además, en su contraofensiva contra la oposición empresarial y sindical que inició el paro el 2 de diciembre con carácter de huelga general, y cuyo acatamiento es parcial, Chávez amenazó con sanciones a los bancos si no abren en horario completo. También advirtió a los medios de comunicación, especialmente a los canales de televisión, que suspendieron su programación para transmitir información del paro y propaganda contra el gobierno. Los allanamientos militares del viernes a las plantas de la Coca Cola y la cervecería Polar en Valencia (100 kilómetros al oeste de Caracas), suscitaron escándalo, especialmente por las actitudes violentas de algunos oficiales a cargo, las cuales fueron repetidas una y otra vez por los canales de televisión, todos adversos a Chávez. La medida generó el rechazo del embajador de Estados Unidos, Charles Shapiro, dijo que estos hechos "estorbaban" las relaciones entre Washington y Caracas. La influyente empresa Polar anunció que este fin de semana activaría las operaciones en sus plantas productoras de harina de maíz, importante componente de la dieta venezolana, que escasea como la gasolina. Pese a que asegura que "derrotará" a la oposición acusándola de "golpista", Chávez tuvo que aceptar sin cambios la idea de su homólogo brasileño Luiz Inacio Lula da Silva, para conformar el grupo de amigos que se creó el miércoles en Quito, para ayudar a Venezuela a salir de la crisis y que el mandatario venezolano quería ampliar. El grupo de amigos de Venezuela, integrado por Brasil, Chile, México, España, Estados Unidos y Portugal, con la misión de reforzar las labores de la mesa de negociación que facilita el secretario general de OEA, César Gaviria. (AFP)
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