Año CXXXVI
 Nº 49.728
Rosario,
lunes  20 de
enero de 2003
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Sugirió que el perdedor de la interna del PJ podría ir segundo en la fórmula
Lamberto afirmó que "si gana Menem, Argentina se divide como Venezuela"
El senador nacional le advirtió a Kirchner que "haga lo que haga, siempre será el candidato de Duhalde"

Damián Nabot

Equidistante, el senador Oscar Lamberto repartió críticas por izquierda y derecha, consideró que Néstor Kirchner cargará por siempre con la etiqueta de "candidato del duhaldismo" y, más terminante aún, advirtió que si Carlos Menem triunfa la Argentina se partirá en dos como la Venezuela de Hugo Chávez.
Lamberto, el hacedor de los presupuestos nacionales durante el gobierno menemista y secretario de Hacienda en el peor momento de la crisis, pronosticó que más allá de las diferencias económicas entre las propuestas de los precandidatos justicialistas todos terminarán por transitar el camino elegido por Roberto Lavagna.
-¿Cuál es su candidato en el justicialismo?
-No tengo una resolución tomada. Sin duda hubo algunas charlas al respecto con el gobernador (Carlos) Reutemann pero, más allá de las simpatías o no, soy senador de Santa Fe y los intereses de mi provincia están por encima de las elecciones personales. Lamentablemente estamos de nuevo obligados a elegir entre opciones de laboratorio, que tienen que ver con una vieja interna no resuelta en 1999. En aquel entonces nos llevó a perder el gobierno. Todavía sigue sin resolverse, condiciona el panorama político y complica la gobernabilidad.
-¿Cómo se resuelve la interna?
-El justicialismo debe inevitablemente definir su jefatura. El jefe del peronismo siempre tiene consenso interno, pero no surge de los consensos. Creo que el peronismo, como movimiento, tiene la posibilidad de contener posturas distintas, que en algún punto son conciliables.
-Sin embargo ahora aparecen enfrentados dos modelos antagónicos...
-La diferencias, centradas en lo económico, son aparentemente antagónicas. Lo digo porque, en realidad, la Argentina tiene que avanzar por un desfiladero tan estrecho, que no hay lugar para experiencias raras o cambios sustanciales. Gane quien gane va a hacer lo que está haciendo (el ministro de Economía, Roberto) Lavagna. No hay marcha atrás posible.
-A esta altura de las diferencias internas, ¿es posible que el perdedor acompañe?
-Es posible si los liderazgos son genuinos, si surgen de la voluntad popular. Pero el peronismo no funciona con colegios cardenalicios, sino con un Papa.
-Más allá de la decisión que tome el PJ de Santa Fe, ¿cuál es su visión sobre las precandidaturas de Kirchner y Menem?
-Veo con preocupación que Menem, más allá que sus cualidades personales, divide a la sociedad. Hay quienes lo quieren a cualquier precio y quienes lo rechazan en forma absoluta. Con Menem presidente el peligro es que se repita en Argentina la situación que atraviesa Venezuela, que se generen comportamientos irracionales. Eso hace imposible la gobernabilidad del país. Con respecto a Kirchner todo es muy nuevo, muy sacado por la galera, muy impuesto por Duhalde. De ahora en más, haga lo que haga Kirchner, siempre será el candidato de Duhalde. De esa forma no se resuelve la interna.
-¿Cómo se resuelve entonces la jefatura del justicialismo?
-Lo mejor es que haya internas. Así se resuelve quien se queda con los símbolos del partido. Pero esto debe ser sobre la base de un acuerdo. De lo contrario se dirá que los padrones son viejos, que votan los muertos, siempre hay un motivo para chicanear y se corre el peligro de una fractura. Cuando los frentes se construyen afuera del partido los problemas son diferentes y, después, curar las heridas se vuelve imposible.



Lamberto cree que el PJ tiene una interna pendiente.
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