Año CXXXVI
 Nº 49.727
Rosario,
domingo  19 de
enero de 2003
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Lula y Chávez discreparon sobre la ampliación del grupo de países amigos
El presidente brasileño logró convencer a medias a su par venezolano de mantener la composición actual

Brasilia. - El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, discrepó con la propuesta de su homólogo venezolano, Hugo Chávez, de ampliar el Grupo de Amigos de Venezuela, constituido el pasado miércoles para ayudar a solucionar la crisis de este país. Finalmente, Chávez aceptó en manera condicional el punto de vista brasileño, según se afirmó al final de la reunión. Se trata de la primera discrepancia pública entre el presidente brasileño y su par venezolano, que viajó la mañana del sábado a Brasilia, en una visita pedida por Chávez aunque oficialmente se dijo que estaba programada. El venezolano quiere ampliar el grupo de países a Cuba, Francia, Rusia o República Dominicana. El Grupo de Amigos de Venezuela, una iniciativa del propio Lula surgida el día de su investidura el 1º de enero, está integrado por Brasil, Chile, México, España, Estados Unidos y Portugal. Chávez no ve con buenos ojos a la mayoría de estos países, especialmente a Estados Unidos y España.
"Explicamos que el equilibrio es delicado, importante para que también estén representados diversas opiniones porque es la única manera de fomentar el diálogo", argumentó el canciller brasileño Celso Amorim al término del encuentro entre las delegaciones de los dos países.
"Yo creo que entendió los argumentos, pero probablemente continuará pensando que deberían participar otros países, aunque decidió dar un crédito de confianza al grupo como está funcionando", confió el canciller de Lula. Chávez, que estuvo reunido durante cerca de cuatro horas con Lula, manifestó a su llegada a Brasilia que quería que países como Francia, Rusia, Cuba, Trinidad y Tobago o República Dominicana también integrasen el Grupo de Amigos de Venezuela.
El presidente venezolano aseguró al término de la reunión que "hemos llegado a la conclusión de que el grupo es un embrión con posibilidad de que se incorporen otros países y sobre todo, que en este grupo reconozca que en Venezuela hay un gobierno legítimo y democrático".
El viernes, ante la Asamblea legislativa de su país, Chávez había sorprendido con el anuncio de su viaje a Brasil y afirmado que rechazaría la propuesta si esta otorga legitimidad a la oposición "terrorista y fascista", al tiempo que reclamó un reconocimiento previo del grupo de países a la legitimidad de su gobierno.

La mesa de la OEA, en duda
Y agregó que el grupo de países amigos debe trabajar en combinación con su gobierno "para enfrentar los males que hay en Venezuela, uno de ellos el de una oposición política que no reconoce las vías constitucionales y se ha ido por el camino del golpismo, del terrorismo".
Chávez arremetió ayer también contra la mesa de diálogo que desde hace dos meses se instaló en Caracas bajo la supervisión del secretario general de la OEA, César Gaviria. Sus declaraciones al canal de televisión del Estado despertaron dudas sobre el futuro del diálogo, iniciado hace más de dos meses bajo los auspicios del secretario general de la Organización de Estados Americanos, así como del Centro Carter y de las Naciones Unidas. Chávez quitó a Gaviria el status de mediador y repitió varias veces que era sólo un "invitado" de Venezuela.
Estas afirmaciones motivaron el rechazo de representantes de la oposición en la mesa, quienes dijeron que esas negociaciones son la única vía que queda para resolver de manera pacífica y democrática la crisis que vive el país, radicalmente polarizado en torno a Chávez y agobiado por un paro general de 48 días.
"Estamos considerando levantar nuestro equipo de esa mesa de diálogo porque esa gente que está allí no da demostraciones de que quiera tomar de verdad el carril democrático", afirmó Chávez antes de viajar a Brasilia. El mandatario dijo que la decisión definitiva será tomada este fin de semana después de sostener consultas con Gaviria.
"Si es que decidimos levantarnos de esa mesa, llamaríamos a dialogar a los dirigentes democráticos de la oposición" para darle continuidad a la "tremenda tarea" de los facilitadores del diálogo, agregó. Con la actual representación "no hay conversación posible porque son grupos terroristas y fascistas", repitió Chávez.

Mandato por resolución
La oposición, además de rechazar los argumentos de Chávez, expresó dudas de que éste pueda evadir el compromiso adquirido con la OEA para buscar una solución negociada a la crisis. "Si el gobierno se retira de la mesa, es su decisión y responsabilidad, pero no va ser nada fácil que pueda levantar la sanción a la resolución 833 de la OEA que molesta mucho a Chávez y que otorgó un mandato a Gaviria para facilitar un acuerdo en la mesa", aseveró el representante de la alianza opositora Coordinadora Democrática (CD), Timoteo Zambrano.
Zambrano, quien reiteró que la oposición seguirá en la mesa, señaló que existen varias opciones para hacer cumplir la resolución de la OEA y que Chávez "no va a poder salirse del sistema interamericano". "Esa resolución la van a hacer cumplir, hay mecanismos, se puede convocar a un Consejo Permanente o, como lo hemos pedido nosotros, una reunión de cancilleres por la situación de emergencia, contemplada en el articulo 67 de Carta de la OEA. De manera que Chávez, que trata de salirse del sistema interamericano, no va a poder", aseguró. (AFP, Reuters y DPA)



Lula, Aznar, Fox y Bush. (Ilustración: Ippóliti)
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