Año CXXXVI
 Nº 49.727
Rosario,
domingo  19 de
enero de 2003
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Son un fuerte instrumento ante la deficiencia del sistema bancario
Las AFJP, la fuente financiera de la reactivación
Para un estudio privado, la estabilidad y la incipiente recuperación eonómica deben ser apuntaladas

Argentina presenta estabilidad monetaria y fiscal, la economía no cae libremente y está transitando una especie de valle. Y debería crecer. Para ello se necesita crédito, algo que difícilmente será aportado por el sistema financiero debido a los problemas que poseen actualmente tanto sus actores (los bancos) como sus instrumentos (los préstamos). Por lo tanto, a corto plazo el mercado de capitales a través de las AFJP puede ser un canal de crédito para el crecimiento. Así lo considera un informe de la Fundación Capital, la entidad que pilotea el encargado de las relaciones comerciales de la Cancillería, Martín Redrado.
La necesidad de crédito y las falencias del sistema financiero hacen que la mirada vaya hacia los mecanismos de ahorro obligatorio como las administradoras de fondos previsionales. Estas entidades padecen el default de los títulos públicos (el 75% de las carteras de las administradoras) y la pesificación asimétrica de activos, pero son de las pocas fuentes que "permitirán generar volúmenes significativos de fondos a largo plazo durante los próximos años", resalta el reporte.
El estudio, en primer lugar, analiza cómo afectaron a las AFJP los conmocionantes sucesos de la economía argentina del verano pasado. Por una parte, los depósitos acorralados no afectaron tanto a las AFJP como a los bancos, pero sí originaron un problema de liquidez, mientras que el default de la deuda pública y privada claramente produjo un marcado deterioro en la calidad de las carteras de las AFJP que se componen en un 75% de títulos públicos. Por último, la devaluación y la pesificación produjeron un enorme perjuicio patrimonial en el sistema de capitalización argentino, al desdolarizar activos a la paridad de 1 dólar a 1,40 peso. El patrimonio de las AFJP pasó de 21.000 millones de dólares hacia fines de 2001 a los 38.700 millones de pesos que actualmente totalizan sus carteras.
Desde el segundo semestre de 2001 con un riesgo país fuera de control, la economía argentina había iniciado su caída libre. Pero ahora, a partir de la implementación de una política monetaria y fiscal prudente, sobre todo durante el segundo semestre de 2002, se puede observar el final de esa caída libre y se visualiza el tránsito por una especie de valle económico. O sea, en la actualidad hay estabilidad cambiaria e inflacionaria y esto se debe a una consolidación de la política monetaria y fiscal, y adicionalmente ya se logró un acuerdo transitorio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El crédito y los recursos
El informe de la Fundación Capital plantea que todo esto conduce a pensar que el país estaría más cerca de volver a crecer. Pero para que esto ocurra -entre otros factores- debería aumentar el crédito. El actor histórico principal en el crecimiento del crédito -el sistema financiero- hoy recién está comenzando a recuperarse de su complicada situación en cuanto al pasivo de los bancos, que generan interrogantes tales como el futuro pago de los Cedros, los recursos de amparo y la devolución de los redescuentos por parte de los bancos al Banco Central y también en cuanto a la evolución de sus instrumentos (los préstamos) que hoy están en franca disminución.
De esta forma, la recuperación productiva de la Argentina sólo será posible si existen los recursos financieros a largo plazo que permitan financiar al sector real de la economía. Esto permite concluir que los mecanismos de ahorro obligatorio -como el actual sistema de capitalización- son los únicos que permitirán generar volúmenes significativos de fondos a largo plazo durante los próximos años.
Un claro ejemplo inicial en este sentido lo constituyen las inversiones destinadas por las AFJP a los recientemente creados fideicomisos para financiar exportaciones de petróleo y producciones agrícolas, con el objetivo de estimular la reactivación económica.
El trabajo de la Capital considera "imperioso que la Argentina fortalezca su sistema de capitalización y para ello resultará de vital importancia para el aumento de la recaudación de las AFJP la restitución del 5% al 11% de los aportes personales". Esto se haría en forma paulatina desde marzo (cuando se llevaría del 5% al 7%) hasta completarse el 11% en octubre de este año.
El análisis de los técnicos de la Fundación Capital plantea que si se observa al sistema financiero, al mercado de deuda pública y de deuda privada, se nota que todos ellos tienen pendiente una reforma estructural (reforma del sistema financiero y reestructuración de la deuda pública y privada) que seguramente constituirán parte de la agenda del próximo gobierno.
Por otra parte, si se considera el régimen previsional de capitalización en cuanto a sus inversiones y moneda, se advierte que también hay una tarea estructural por delante. Pero esto también excede al gobierno actual, el cual tiene hoy desafíos más urgentes e importantes que podrían resumirse en:
u Consolidar la estabilidad monetaria controlando la oferta de dinero y cumplir con el programa monetario.
u Profundizar la estabilidad fiscal controlando el gasto público y cumpliendo el presupuesto nacional.
u Mantener en el tiempo el acuerdo logrado con el FMI. El sistema de capitalización será de utilidad en el corto plazo y se consolidará en el largo plazo.

El corto y el largo plazo
El informe señala que hoy la Argentina presenta estabilidad monetaria y fiscal, la economía no cae libremente y está transitando una especie de valle. Y debería crecer. Pero para ello, el país necesita crédito, algo que difícilmente será aportado por el sistema financiero debido a los problemas que poseen actualmente tanto sus actores (los bancos) como sus instrumentos (los préstamos). Por lo tanto, a corto plazo el mercado de capitales a través de las AFJP puede ser un canal de crédito para el crecimiento.
Si la mirada apunta al largo plazo -indica el informe- el país a analizar es Chile y sobre todo cómo salió de su profunda crisis de los años 80. La respuesta se encuentra en el logro de una solvencia fiscal intertemporal (desafío pendiente para Argentina), en el logro de una competitividad económica con agresividad exportadora, es decir un tipo de cambio alto y estable (en período inicial de consolidación en la Argentina) y en un gran crecimiento del ahorro interno impulsado a través del sistema de capitalización previsional.

La tarea pendiente
El trabajo de la Fundación Capital indica que para que eso funcione es necesario el perfeccionamiento del sistema de capitalización. Considera que hay medidas económicas de la década del 90 "bien hechas" y que "las cosas bien hechas no se deben abandonar", pero sí "mejorar y perfeccionar", pero advierte que "lo que no se debe hacer como país es cambiar en forma continua las reglas de juego" si lo que se quiere es generar confianza y seguridad para los inversores tanto locales como internacionales.
Todo esto no quiere decir que el sistema de capitalización es perfecto y que no se puede mejorar. "Sí, se puede y se debe mejorar", enfatizan. El actual sistema debe -entre otros desafíos- procurar:
* Reducir su alta exposición en títulos públicos.
* Disminuir sus costos y comisiones.
* Tener más de una clase de fondos de pensión que permita tener más de un tipo de cartera y permita enfrentar mejor las crisis financieras resguardando los fondos de los futuros jubilados, dándoles mayor libertad de elección para sus ahorros y promoviendo la competencia entre las administradoras del sistema.
* Recuperar la confianza en el sistema procurando una solución a los ahorros que habían sido efectuados en dólares mediante la implementación de un canje similar al concedido a los depositantes del sistema financiero. En este caso, se podría pensar en un esquema de mayor plazo, ya que los ahorros previsionales son de más largo plazo que los del sistema financiero.


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