| | cartas Noche inolvidable con la EPE
| Quiero hacer público mi agradecimiento a la Empresa Provincial de la Energía (EPE) por la hermosa e inolvidable noche que pasamos juntos. El último viernes a la una de la madrugada, cuando la sensación térmica rondaba el infierno, se cortó la energía eléctrica en mi barrio (Buenos Aires al 3600). No hace falta que describa lo lindo que es intentar conciliar el sueño en esas condiciones. Por suerte aproveché el tiempo sin descanso para recordar a cada uno de los funcionarios de la EPE y sus respectivos familiares. Creo que no faltó nadie en esa noche maravillosa. Por suerte todo se aclaró desde el primer momento en que hice el reclamo telefónico. La guardia (todavía no me queda claro qué función cumple), muy correcta en la atención, tomó el pedido, pero hubo que esperar hasta las 9.30 de la mañana para que una cuadrilla de la EPE apareciera a devolver la luz. Tardaron no más de 15 minutos en resolver la situación. ¿No hubiera sido más fácil y humano hacerlo apenas se detectó el inconveniente? ¿Sabrá esta gente que dormir es un derecho? De más está decir que desde que las oficinas de esta empresa abrieron al público (7.15 de la mañana), con guía telefónica en mano, llamé a cuanta dependencia figuraba. Me quedé tranquila al dar con el sitio indicado y comprobar que el servicio de energía eléctrica está garantizado para todos y todas los/as rosarinos/as. Es que el ingeniero responsable de la oficina de distribución de Oroño 1260 me explicó los motivos de la falta de energía: "Todo se debió a una falla en los equipos", fue la respuesta técnica y para que no le quedaran dudas a esta ignorante que suscribe, para más detalles agregó el comentario científico: "Es porque en Rosario hace calor". Conclusión: empecemos a pensar cómo le cambiamos el clima a la ciudad, será más fácil a esperar que la EPE planifique adecuadamente su función. Marcela Isaías
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