La búsqueda de los presos que lograron escapar la semana pasada de dos comisarías de Rosario tuvo ayer un primer resultado para la Unidad Regional II con la recaptura de dos de los evadidos. Algo del orden de la casualidad marcó las dos detenciones. Uno de los prófugos fue apresado en el momento que apuntaba a una cajera de supermercado para robarle. Lo descubrió un sargento de la seccional 12ª que sospechó de la actitud de un cómplice que actuaba como campana en la puerta del local. El otro recapturado fue demorado para constatar sus antecedentes ya que entre los evadidos había un hombre con un tatuaje en su hombro. Su acompañante también reveló una sorpresa, ya que es hermana del otro interno recapturado.
La telaraña roja tatuada en el hombro de José Alberto Valenzuela, de 28 años, pudo más que su intento por presentar un documento con otra identidad. El hombre caminaba ayer a la madrugada por Esquiú al 6100 junto a una chica de 21 años cuando apareció un patrullero. Al ser detenido, dio un nombre falso que intentó avalar con un documento desgastado, pero el truco no fue convincente.
Así la pareja llegó a la seccional, donde el cotejo con las fotos de los internos que lograron fugarse la semana pasada son paso obligado. Más allá del particular tatuaje, las huellas dactiloscópicas confirmaron que el detenido era José Alberto Valenzuela, evadido de la seccional 1ª.
In fraganti
La fuga de la comisaría 1ª fue la más numerosa que se registró en los últimos años, ya que 20 detenidos lograron burlar al personal a través de un túnel que los dejó en un estacionamiento abierto ubicado al lado de la comisaría de Juan Manuel de Rosas al 1300.
El escape fue a la madrugada. Cuando corrió la alarma dentro de la seccional, más de diez internos corrían por techos y tapiales vecinos. Seis de los evadidos fueron recapturados ese mismo día.
A media mañana de ayer, la presencia de un joven que vigilaba el movimiento del barrio frente a un supermercado de Velez Sársfield y Formosa llamó la atención de un sargento de policía que reforzó sus dudas cuando al verlo, el hombre se echó a correr.
El policía pidió refuerzos y al entrar al local se avalanzó contra un hombre que apuntaba con su arma a una cajera. En la pelea, el suboficial desarmó al ladrón y con apoyo del Comando Radioeléctrico y móviles de la seccional 12ª, lo trasladaron a la comisaría.
En la seccional, la resistencia que opuso el joven a su detención encontró más justificativos. No sólo había sido apresado in fraganti en un robo calificado por el uso de armas, sino que era uno de los internos que escaparon el sábado pasado de la seccional 10ª.
El joven fue identificado como Mauro Nicolás Wendler, de 19 años. La policía indicó que el arma que utilizaba es un revólver calibre 32 largo marca Smith & Wesson con seis proyectiles.
Wendler se escapó el sábado junto a otros cuatro internos de la seccional de Darragueira al 1100. La versión oficial indicó que los presos aprovecharon el horario de visitas para pasar inadvertidos en el amontonamiento mientras serruchaban los barrotes de una ventanilla de 20 centímetros por 30 ubicada en la misma sala donde se producen los encuentros.
La fuga fue advertida al finalizar el horario de visitas, donde los 56 internos del penal recibieron a sus familiares al cuidado de 6 uniformados, entre ellos el subjefe de la dependencia.
La dos huidas provocaron desplazamientos en las autoridades de las dos comisarías y el anuncio de refuerzos para los horarios de visitas.