Carlos Reutemann salió a desvincularse categóricamente anoche de las declaraciones formuladas por su hermano, Enrique, quien había hablado de una "ligazón" entre el precandidato presidencial Néstor Kirchner y la organización Montoneros, además de sostener que "lógicamente la opción es (Carlos Menem". El gobernador santafesino apuntó a La Capital que esos dichos no lo involucran en su carácter institucional. "Hablo solamente por mi boca", sentenció el Lole.
"Lo que dijo fue a título personal y no me involucra en mi carácter de gobernador; desmientan categóricamente que yo abone a esa teoría", fueron las palabras de Reutemann, visiblemente molesto por las repercusiones que generaron las definiciones de su hermano.
Enrique Reutemann habló el lunes sobre el escenario interno del justicialismo, justo el mismo día en que el Lole abandonaba una clínica de la capital santafesina, donde estuvo internado por un fuerte malestar gastrointestinal.
"La figura de Kirchner me representa la centroizquierda del peronismo, contiene una ligazón con Montoneros. Y lógicamente la opción es el ex presidente Menem", había dicho Enrique a Radio 2. Pese a que aclaró que hablaba a título "personal", las declaraciones ganaron rápidamente las primeras planas de los medios porteños y generaron euforia en operadores menemistas.
Tiempo al tiempo
"Yo voy a hacer pública mi posición (sobre la interna) cuando lo considere necesario. Mi hermano no está en el mundo de la política, y con él no hablo de cuestiones vinculadas a ese aspecto", reforzó Reutemann desde su campo en LLambi Campbell, donde guarda reposo absoluto.
Al malestar físico se le sumaron las declaraciones de su hermano, justo en un momento clave de la interna justicialista, en el que todos los sectores quieren arrancarle su adhesión. Reutemann admitió a este diario que "ya en otras oportunidades" tuvo "problemas por estas mismas circunstancias" (la incontinencia verbal de Enrique). "Semejante repercusión no se justifica cuando todos saben que solamente hablo por mi boca", reforzó anoche el titular de la Casa Gris.
Harto de sus trastornos orgánicos, que lo han tenido a maltraer durante los últimos meses, el Lole consignó: "Estoy recuperándome... Me voy a reintegrar a la Gobernación cuando me sienta en mi plenitud física".
El mandatario prefirió no hacer ninguna declaración explícita de apoyo a uno u otro candidato de la contienda oficialista, apostando a que el periodismo y la dirigencia respete sus tiempos y su silencio.
"Mientras continúo con el proceso de recuperación, la cuestión institucional pasa por (el vicegobernador a cargo del Ejecutivo) Marcelo Muniagurria. Las cuestiones referentes a la política partidaria son responsabilidad de (Angel) Baltuzzi, presidente del PJ santafesino", completó el Lole.
Pese al misterio que envuelve la posición que finalmente adoptará Reutemann en torno a los precandidatos, La Capital pudo saber que el gobernador barrunta apelar a la libertad de conciencia de los afiliados, sin inclinar la balanza por nadie en particular.
Reutemann se mostró casi enfurecido cuando el presidente Eduardo Duhalde decidió descartar la puja interna. Luego había aceptado la aplicación del sistema de neolemas, una opción a la que había adherido su mano derecha, el titular de la Cámara de Diputados santafesina, Alberto Hammerly. El proyecto también naufragó.
Para Reutemann, la mejor forma de lograr que el justicialismo supere la gravísima crisis intestina que lo atraviesa es transitar un proceso interno que dirima, de una buena vez, la eterna pelea entre Menem y Duhalde. Así lo dijo en una entrevista con La Capital, en la que, además, pronosticó graves riesgos de fractura si no se consolidan los liderazgos por medio de la confrontación interna.
"Eso es así. Pero ahora quiero desvincular categóricamente las declaraciones formuladas por mi hermano Enrique, que tanto ruido hicieron. No me involucran en mi carácter de gobernador de la provincia, fueron efectuadas a título personal... ¿Cuándo haré pública mi posición? Cuando lo considere necesario...", se encargó por enésima vez de despejar el gobernador, rompiendo el silencio de varios días.
Mientras, permanecerá en su campo guardando estricto reposo y sometiéndose a algunos análisis que le prescribe el director de la Clínica de Nefrología, Luis Gaite. "Voy a volver cuando me sienta en plenitud", aclaró el Lole, poniendo en duda que la fecha de regreso sea la del 20 de enero.