El gobierno aprobó ayer el texto de la carta de intención que elaboró la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) y está dispuesto a pagar vencimientos por 2 mil millones de dólares que vencen esta semana, si hay garantías de que antes del fin de semana el organismo anuncie la firma del acuerdo.
La novedad llegó al término de otro día de reuniones entre el funcionarios del Ministerio de Economía y los integrantes de la misión del FMI que llegó al país para cerrar los aspectos técnicos del acuerdo, que implica la postergación de los vencimientos hasta junio.
"La carta de intención la redactó la gente del FMI y el gobierno la aprobó, si se ratifican estos términos y se vislumbra la inmediatez del acuerdo la Argentina regularizará su situación de pago de inmediato", dijo ayer un vocero del Palacio de hacienda.
El texto del memorándum será analizado hoy por el staff del FMI en Washington y el gobierno aguarda que "entre el jueves o el viernes" el organismo emita un comunicado dando el "visto bueno" a lo consensuado en Buenos Aires.
Si bien no hubo precisiones sobre los términos del acuerdo, trascendió que no se apartarían de los ya conocidos, los cuales fueron plasmados en la redacción conjunta final que fue remitida a Estados Unidos.
Los puntos centrales son un superávit primario de 2,5%, crecimiento del PBI entre 2,5% y 3%, e inspecciones bimestrales con una primera revisión a mediados de marzo.
En la tarde de ayer, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, recibió en el Palacio de Hacienda por espacio de una hora a los jefes de la misión del FMI, John Dodsworth y John Thornton, que desde el jueves trabajan en esta ciudad.
Del encuentro participaron también los secretarios de Hacienda, Jorge Sarghini, y de Finanzas, Guillermo Nielsen, además de subsecretarios y parte de la delegación de técnicos del FMI.
Pagar o no pagar
Al término de ese encuentro, un funcionario que pidió reserva informó que "la decisión de pagar se tomará en las próximas horas pero la vocación sería la de no poner más interferencias en las negociaciones".
En ese sentido, señaló que "no pagar sería una gran interferencia, traería más problemas no pagar que pagar".
El vocero del Ministerio de Economía ratificó que "en caso que todo transcurra como hasta ahora, o sea que no se produzcan más cambios, y se observe que el acuerdo está próximo la Argentina, regularizará su situación".
De allí se desprende que en caso que hoy no surjan nuevas diferencias en Washington la Argentina pagaría el miércoles 845 millones de dólares al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el viernes 1.057 millones al FMI.
La misión del FMI permanecerá en Buenos Aires hasta el miércoles o el jueves "esperando eventuales consideraciones" que pudiera formular el staff del organismo.
Pese al virtual acuerdo alcanzado, el gobierno argentino recibió la confirmación que el FMI postergó su reunión de Directorio para el jueves 23 de enero.
Por tanto, hacia el fin de esta semana se espera una comunicación del FMI avalando lo actuado hasta, pero la aprobación formal se obtendría recién en el cónclave del 23.
Por otra parte, el vocero del Ministerio de Economía, confirmó que el secretario de Política Económica, Oscar Tangelson, "ya está" en Nueva York, y aclaró que su tarea es de "instrumentación" de lo acordado y que sus gestiones "no tienen nada que ver" con lo que se negocia en Buenos Aires.
El acuerdo, según se especula, implicaría una refinanciación de los vencimientos que operan hasta el 30 de junio.
En el primer semestre del año, Argentina debe pagar 5.020 millones de dólares al FMI, de los cuales 1.057 millones vencen la semana próxima.
Si bien el acuerdo no prevé el desembolso de dinero fresco, una vez firmado este acuerdo con el FMI se desbloquearán créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID y del Banco Mundial (BM), lo que le permitirá al país hacer frente a los vencimientos con ambas instituciones por 1.019 y 1.259 millones de dólares, respectivamente.
Argentina plantea que los pagos deberían ser refinanciados a tres años, "lo que le brindaría un desahogo a sus cuentas fiscales, pero además le serviría como base para para renegociar la deuda con los acreedores privados".
El planteo de repago a tres años de Economía tendría como "enganche" la aprobación de cierta parte de los países del Grupo de los Siete (G-7), los mismos que apoyaron este acuerdo de corto plazo como salida para que Argentina no caiga en la cesación de pagos, además del apoyo Banco Mundial.
El juego de presiones entre la dureza negociadora del FMI y la amenaza argentina de no pagar sus deudas lleva meses, y generó dentro del organismo internacional una división entre los representantes de los siete países más industrializados del mundo (G7), que son los principales contribuyentes del FMI, y los técnicos de la entidad.