Santa Fe. - A más de cinco meses del escándalo que determinó el alejamiento de monseñor Gabriel Storni como titular del Arzobispado santafesino por supuestos hechos de abuso sexual contra seminaristas, la investigación del caso, ahora prácticamente reducido al críptico mundo de la Justicia, sigue potenciando interrogantes. Algunos de los cuales circulan fuertemente en el ámbito tribunalicio de esta capital.
Altos funcionarios judiciales consultados por este diario se preguntan si las dos causas en las que se investiga a Storni "deben o no unificarse" y en caso afirmativo "por qué aún no se ha producido la unificación de los dos expedientes que están en manos de los jueces Eduardo Giovannini (presuntos abusos sexuales) y Julio César Costa (coacción contra el padre José Guntern)".
Quienes así opinan consideran que lo estipulado sobre la conexidad por los artículos 35 y 36 del Código Procesal Penal de la provincia de Santa Fe "permitiría unificar las causas o cuanto menos explorar la misma". Tienen además en cuenta el recurso presentado por la defensa, antes de la feria judicial de verano, solicitando una declaratoria de falta de mérito para su cliente, el ex arzobispo, que "de ser otorgada invalidaría de forma casi definitiva la posibilidad de unificación".
En ese sentido, los informantes plantearon que "el artículo 35 del código sostiene que en caso de pluralidad de causas por hechos de competencia provincial que den lugar a acciones de igual naturaleza, deberá tramitarse ante un mismo juez", especificando en su inciso 1º: "Cuando a una persona se imputare más de un delito de idéntica competencia material aunque intervinieren otros imputados".
Por otra parte indicaron que "el artículo 36 hace referencia al tribunal competente en los casos del artículo 35, determinando que las causas se acumularán y será juez o tribunal competente cuando existiere conexidad subjetiva, el que haya prevenido -el que actuó antes o primeramente- y cuando existiere conexidad objetiva, aquel a quien corresponde el delito más grave".
Las mismas fuentes judiciales también opinaron que "la conexidad entre ambas causas estaría probada para un asunto en el que la denuncia por abusos sexuales sigue siendo el hecho central, pero no lo es menos la coacción en caso de que la prescripción o la falta de mérito impida el procesamiento". "Habrá que ver si alguno de los dos jueces intervinientes reclama la unificación de las causas por considerar que están en presencia de elementos conexos. De allí que la defensa de Storni haya reclamado la falta de mérito antes del receso de enero", sostuvieron.
Al hacer un análisis de la situación judicial, indicaron que "es necesario explicar que la situación procesal de Storni es la de imputado como presunto autor de los hechos. Ahora bien, no se puede prolongar indefinidamente porque hay plazo hasta el 4 de febrero para resolver la cuestión".
También explicaron que "el abogado defensor sostiene que no hay suficientes elementos que incriminen a su defendido y por eso pidió que se dicte la falta de mérito, lo que representaría una declaración de que Storni no es culpable pero no de que es inocente. En caso de que el juez accediese, igualmente continuaría la investigación, pero en el caso de que no aparezcan nuevas pruebas y cumplidos los tiempos procesales, Storni quedaría desvinculado definitivamente de la causa".
Coacciones
En la causa que el juez Costa instruye por coacciones contra el padre Guntern, el magistrado procesó a cuatro ex vicarios -los máximos colaboradores de Storni, todos ellos, en mayor o menor medida, participantes de la reunión realizada en la noche del 22 de agosto pasado en el Arzobispado, oportunidad en la que Guntern denunció que fue amenazado hasta de muerte para que se retractara por escrito de sus declaraciones en las que involucraba a Storni sobre la causa por la que el juez Giovannini lo investiga.
De acuerdo a lo que habría declarado el canciller Carlos Scatizza, Storni estuvo esa noche en el Arzobispado (aunque no en la reunión entre los vicarios y Guntern) cuando aún era el máximo jefe de la Iglesia santafesina y se duda que hubiese desconocido el accionar de sus más estrechos colaboradores cuando presionaron a Guntern y según algunos de los testimonios en la causa fue él quien dio la orden de que a Guntern se lo fuera a buscar y se lo condujera a la sede arzobispal.
"Sin embargo, en el auto de procesamiento del Juzgado de Instrucción de Costa, hasta ahora están procesados los presuntos enviados y no figura el nombre de quien fue el mandante de los cuatro involucrados, aunque algunos de estos hayan tratado de desvincularlo del suceso", dicen quienes opinan a favor de la unificación de las causas. Otras fuentes, también judiciales, son menos enfáticas tanto porque "recuerdan que en el derecho penal establecer conexidad subjetiva u objetiva siempre es una cuestión difícil" o porque -que se sepa- "no estaría probado que las alusiones a Storni en la causa Guntern importen algún grado de conocimiento o participación del ex arzobispo en el hecho. Una cosa es lo que la calle pueda presumir en cuanto a conductas o costumbres y otra distinta es lo que la Justicia pueda determinar en base a pruebas que no ofrezcan dudas. En el derecho la duda siempre beneficia al reo", recuerdan.
La causa Storni se encuentra inmersa en el laberinto judicial que siempre es más insondable, trabajoso y complejo que los juicios de la calle donde las impresiones cuentan como prueba mientras que los jueces deben abstenerse de ellas y encontrar indicios incriminatorios ciertos para enviar al arzobispo a un juicio.
La Ciudad
