La pasión de Hollywood por el tango no es novedad. Desde Rodolfo Valentino pasando por Al Pacino, Marlon Brando y Jack Lemmon, numerosas estrellas de la pantalla grande han bailado la sensual danza frente a las cámaras. Ahora, le llegó el turno a Robert Duvall.
Nacido en los bares y prostíbulos porteños a finales del siglo XIX, el tango logró lentamente difundir su popularidad escalando nivel hasta llegar a los sofisticados salones de baile europeos durante la Primera Guerra Mundial.
Un experimentado bailarín, Duvall mostró su habilidad con el tango durante una gala en la Casa Blanca, organizada en 1997 para homenajear al entonces presidente argentino Carlos Menem. El actor se lució en la pista junto a su novia, la argentina Luciana Pedraza.
Desde entonces, unas de sus principales metas fue realizar una película que centre su trama en el tango. Tras varios años de esfuerzos, Duvall logró escribir, producir, dirigir y protagonizar el filme "Assassination Tango", el cual será estrenado este mes de enero en Estados Unidos. La película de bajo presupuesto trata sobre un asesino a sueldo (Duvall) que es enviado a Argentina para matar a un general. Durante su estadía en el país, el hombre se ve capturado por la pasión del mundo del tango. El elenco incluye al músico y actor Rubén Blades, a Kathy Baker y a la misma Pedraza. Las coreografías estuvieron a cargo del renombrado bailarín de tango Miguel Angel Zotto.
"Assassination Tango" es la última de una serie de películas, como "Tango Bar" y "The Tango Lesson", en las que la danza es una parte integral de la trama y las vidas de sus personajes.
Algunos momentos inolvidables
Sin embargo, en otras filmaciones, el tango está presente en una escena breve pero enciende la pantalla y fascina a la audiencia. Así, el cine fue uno de los tantos responsables del efecto disparador del boom del tango en el mundo y, al mismo tiempo, los argentinos asistieron pasmados a las escenas en que algunas de las estrellas de Hollywood bailaron tangos en sus películas como si fueran el espíritu mismo del último compadrito porteño.
La escena en la que Dominique Sanda baila provocadoramente el tango con Stefania Sandrelli en el filme de Bernardo Bertolucci "El conformista", de 1971, despierta una pasión poco vista en la pantalla. El cineasta volvió a utilizar la danza en su controvertida cinta "El último tango en París", con Marlon Brando y Maria Schneider bailando aquel tango apasionado y trágico, sensul y escatológico.
En 1988 fue "Tango Bar", de Marcos Zurinaga, con Raul Julia. La narración de la película alterna entre el momento de decisión de una mujer entre dos hombres y la historia del tango, que también es la historia de la Argentina. Hay, incluso, espacio para el humor, como una escena que incluye a Abbot y Costello y a los Picapiedras bailando un tango. La película se exhibió 90 semanas en los Estados Unidos.
Pero quizás una de las escenas de tango más recordadas por el público es la de "Perfume de mujer", de 1992, cuando Al Pacino, en la piel de un coronel ciego, saca a bailar en un hotel a una hermosa extraña, encarnada por Gabrielle Anwar. Inicialmente, el personaje de Pacino se muestra cauteloso en la pista, pero luego se deja llevar por la música, permitiendo de esta manera sacar a relucir cierta sensibilidad detrás de su personalidad solitaria y torturada. El tango que bailó Al Pacino fue "Mano a mano". También en 1992 Catherine Deneuve y la actriz china Linh Dan Pham bailan un tango en "Indochina", un filme desgarrado y doloroso situado en una tierra en plena transición hacia una nueva etapa.
Pocos hubieran imaginado al corpulento Arnold Schwarzenegger bailando tango -también "Mano a mano"- junto a Tia Carrere en la escena inicial del filme de acción de James Cameron, "Mentiras verdaderas", estrenado en 1994, mientras que Raul Julia y Anjelica Huston hacen lo propio en la comedia, "La Familia Adams" (1993).
En el 96 Madonna bailó tango en "Evita", el polémico filme de Alan Parker basado en la ópera rock de Andrew Lloyd Webber. La lección de tango (1997), dirigida e interpretada por Sally Potter, habla del amor de una mujer inglesa por un hombre argentino y por una música y una danza característica de Buenos Aires. La realizadora inglesa comenzó a gestar el proyecto de la película cuando empezó a frecuentar las milongas porteñas, donde ella era una desconocida extranjera que bailaba como los dioses.
También en 1998, Alberto Sordi llevó el tango a su última película: "Incontri proibiti". Para ello, convocó a Julio de la Fuente, un tanguero argentino radicado en Roma. El filme cuenta la historia de tres enfermeras que, en sus ratos libres, enseñan a bailar tango. Sordi se enamora de una -interpretada por la diva Valeria Marini- y a partir de aquí se desarrolla la acción.
En "Destinos cruzados", estrenada en 1999, del director Sydney Pollack, Harrison Ford y Kristin Scott Thomas descubren tras un accidente fatal de avión que sus esposos son amantes. Al ir en busca de respuestas, los dos se encuentran en un local de baile -el preferido de sus esposos- frente a una serie de parejas que entrelazan sensualmente sus cuerpos en un tango. La escena causa confusión, rechazo y finalmente despierta la atracción entre los protagonistas. Pocas danzas logran un efecto similar, tanto en los bailarines como en aquellos que observan el movimiento sincronizado de los cuerpos.