Año CXXXVI
 Nº 49.722
Rosario,
martes  14 de
enero de 2003
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Registraron por primera vez el estallido de una estrella
Un grupo de astrónomos grabó las imágenes con un telescopio en Canarias

El espectacular estallido de la estrella Ro, que se produce cada unos 50 años y durante el cual perdió el equivalente a un 10 por ciento de la masa del Sol, fue registrado en directo por primera vez por un equipo internacional de astrónomos. La estrella, ubicada en la constelación de Casiopea, no llegó a destruirse, lo que sí sucede con las supernovas. La grabación de la explosión estelar, fenómeno que por primera vez fue observado en directo, se realizó en el momento clave a finales del 2000, desde el Observatorio del Roque de los Muchachos, del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), en La Palma (España), con el telescopio William Herschel de 4,2 metros de diámetro.
Tras dos años de investigaciones analizando los datos, los astrónomos que observaron esta espectacular explosión publicarán sus resultados, así como el modelo que explica la frecuencia de cincuenta años para el proceso, en un artículo especial de la revista Astrophysical Journal de febrero.
La estrella ya había sufrido otras dos explosiones a lo largo de los últimos cien años, en las que se desprendió de gran parte de su masa: sólo en este último episodio, que se prolongó durante dos meses, perdió el equivalente a casi un 10 por ciento de la masa del Sol.
Como se produjo a finales de 2000, los astrónomos la bautizaron como "la explosión del milenio". Tras el estallido, aparentemente la estrella se "recuperó", volviendo al mismo estado en el que se encontraba antes del fenómeno, aunque observaciones recientes indican que la estrella ya se halla en un estado muy inestable no apreciado anteriormente.
Esta estrella, de color blanco, amarillo o rojo, según las fases, y una de las más luminosas y grandes que se conocen, pertenece a la clase de las hipergigantes, caracterizadas por sus velocidades de turbulencias supersónicas y de las que sólo se conocen unas diez en la Vía Lactea.
Con una magnitud 5, es distinguible a simple vista en la constelación de Casiopea. Es una estrella 400 veces mayor que el Sol y un millón de veces más luminosa. Se encuentra a unos 10.000 años luz de la Tierra, lo que informó a los astrónomos del tiempo que la luz de la explosión tardó en su viaje hasta ser observada desde la Tierra.
Según Garik Israelian, investigador del IAC y uno de los astrónomos del equipo internacional que observó esta estrella, la causa de las explosiones "está relacionada con su gran masa". Explicó que "cuanto más masiva es una estrella, más combustible posee para generar energía en su gigantesco horno de fusión nuclear. Esto es lo que la convierte en una estrella muy luminosa y caliente".
"La gran luminosidad -agregó- ejerce un efecto contrario al de la gravedad, llegando a provocar que algunas partes de la superficie de la estrella puedan salir disparadas".
Los astrónomos comprobaron la regularidad de la variabilidad de la estrella, que experimenta grandes explosiones cada 50 años, más o menos. Ya en 1893, se hicieron anotaciones sobre esta estrella. Pero fue en 1945 cuando Ro Cassiopeiae expulsó una envoltura masiva y fría que la oscureció durante algunos meses.
Sin embargo, entonces no se pudo estudiar con detalle porque los astrónomos no disponían de las técnicas adecuadas, de modo que apenas se tiene información de las anteriores explosiones.
En cambio, a finales de 2000, la grabación de este fenómeno se realizó con un instrumento conocido como espectrógrafo, que puede analizar la luz que emiten las estrellas y separarlo en sus distintas frecuencias.
En concreto, se utilizó el espectrógrafo Utrecht Echelle, instalado en el telescopio William Herschel propiedad del grupo de telescopios Isaac Newton, en el Observatorio del Roque de los Muchachos.
En esta investigación contó también con la labor realizada por astrónomos aficionados de varios países, que realizaron observaciones fotométricas de esta estrella durante unos 300 días. Dadas las probabilidades de que esta estrella pueda sufrir una explosión de supernova en los próximos años, los astrónomos del IAC invitaron a los aficionados de todo el mundo a colaborar en su seguimiento. Otras dos estrellas podrían tener un comportamiento similar: la V509 Cassiopeiae o HR 8752 y la IRC +10420. (Télam)



Las imágenes fueron registradas por telescopios.
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