Insólito castigo para los automovilistas santiagueños

Tienen que viajar hasta Tucumán para cumplir con la revisión técnica obligatoria. Y en el camino, los multan

La falta de un sistema de Revisión Técnica Obligatoria (RTO) en su provincia hace que miles de santiagueños se vean imposibilitados de salir de vacaciones o viajar en su auto, porque los talleres que realizan el control de las unidades y entregan las obleas funcionan en San Miguel de Tucumán, a 160 kilómetros al norte de Santiago. Quien quiera cumplir con la ley, debe salir con su coche a la ruta, hacer entre ida y vuelta 320 kilómetros y sufrir controles camineros, que no le perdonarán la multa de hasta 600 pesos por no tener la oblea.
Pero ahí no termina la cosa: ocurre que en Tucumán sólo hay dos talleres, privados, que realizan el control de las unidades y entregan las RTO.
Los dos están rebasados por la demanda local, a la que ahora se suma la santiagueña, por lo que los turnos para revisar un auto están completos hasta abril. Hay más: las obleas se acabaron, de manera que sólo entregan certificados provisorios, lo que demandará un nuevo viaje para conseguir el definitivo.
Por vehículos de uso particular la revisación técnica tiene un costo de 52 pesos, en tanto que por los de carga, se deben pagar 110 pesos, lo que convierte a la RTO en un pingüe negocio para muy poca gente.
La situación es cuanto menos insólita ya que la Ley nacional de Tránsito exige que la revisación técnica de los rodados se haga en talleres de la jurisdicción.
Hugo, comerciante de 35 años, imposibilitado de salir de vacaciones, aseguró que "muchos automovilistas, en su intento de lograr la oblea RTO, viajaron a Tucumán y en el puesto caminero que está pasando Las Termas, les hicieron multas por 600 pesos".
Antonio, mecánico de 38 años, señaló que por las rutas santiagueñas "circulan vehículos en pésimas condiciones, al igual que el transporte de carga y de pasajeros, que por la falta de control en rutas locales, nunca fueron a una revisación técnica". (Télam)