Anualmente en Argentina se siembran aproximadamente 3 millones de hectáreas con maíz. Como consecuencia del alto costo de los insumos, el maíz pierde la competencia por superficie de siembra con la soja, aunque los agricultores reconozcan las ventajas que ofrece el incluirlo en las rotaciones por el aporte de rastrojos y de cobertura protectora del suelo.
Las semillas de los nuevos híbridos con alto potencial de rendimiento, luego del proceso de calibración en el semillero, mantienen ciertas irregularidades de tamaño y forma, afectando la eficacia de los dosificadores mecánicos. En la actualidad existe una oferta de semillas a un costo menor, denominadas comercialmente "sin placa", posibles de sembrar mediante dosificadores neumáticos. La reducción del precio del mencionado tipo de semilla permitía ahorrar en el año 2002 hasta 20 dólares por hectárea.
Un objetivo básico para obtener la máxima expresión del potencial de rendimiento de un cultivo es lograr una adecuada población y distribución de las plantas. Los dosificadores mecánicos que utilizan placas con perforaciones exigen semillas que hayan sido previamente clasificadas por sus calibres, siendo necesario elegir con precisión la placa a utilizar, sin que esto asegure un óptimo resultado. Los dosificadores neumáticos permiten utilizar semillas deficientemente calibradas y algunos diseños, las sin calibrar. Esta opción se convierte en una alternativa importante para lograr una buena siembra, capitalizando el ahorro por utilizar semillas sin calibrar y de menor costo.
Las sembradoras
Estas máquinas comenzaron su desarrollo en la década de los años setenta en Europa, difundiéndose luego a los Estados Unidos, donde hoy casi el 100% de la oferta de sembradoras neumáticas, principalmente a nivel de prestadores de servicios de siembra, dado que deben asistir una demanda muy variable en clientes y tipos de semillas. Existe una variada oferta de marcas y diseños, siendo necesario que tanto compradores, técnicos y operadores de sembradoras incorporen mayor información y conocimiento sobre las ventajas, limitantes y uso correcto de las sembradoras neumáticas.
Ensayos realizados en la Facultad de Ciencias Agrarias (UNR), demostraron la posibilidad de lograr una siembra óptima con semillas sin calibrar, utilizando un dosificador por succión con placa plana, cuyo diseño incluye un aro interceptor de semillas que sectoriza las perforaciones.
La semilla sin calibrar, proveniente de la primera fase del proceso de clasificación del semillero que separa las impurezas y una mínima proporción de semillas muy grandes, incluyó diferentes formas y tamaños.
La brecha máxima de tamaño, tanto en largo como en ancho y espesor entre las semillas de la muestra utilizada, fue del orden de los 4 milímetros, características estas que harían imposible su manejo con un dosificador mecánico de placa perforadas.
Los niveles tecnológicos utilizados definen el costo de la producción de maíz. En la zona maicera núcleo, la cantidad de semilla para sembrar una hectárea tiene un precio de alrededor de 70 dólares (julio 2002) y para un esquema de siembra directa, el monto total por hectárea de gastos ronda los 200 dólares, representando la semilla el 35% de dichos gastos. De acuerdo a estimaciones de proveedores y semillas, los híbridos sin proceso de calibración, deberían costar un 15% menos que los híbridos calibrados. Si utilizamos estas semillas, sólo con el 10% de dicho ahorro, se generaría un beneficio de 7 dólares por hectárea sembrada.
El costo de un cuerpo sembrador neumático supera aproximadamente en 500 dólares el costo de uno mecánico. Para una máquina neumática de 14 líneas, la diferencia de precio será de 7 mil dólares por encima del precio de un equipo mecánico, pagándose dicha diferencia con el ahorro generado al sembrar sólo mil hectáreas con semillas sin calibrar.
Adicionalmente, disponer de una sembradora neumática permitirá, entre otras ventajas, ampliar la oferta de servicios, disminuir las complicaciones operativas y aumentar la capacidad de trabajo. Además estos beneficios se hacen extensivos a cultivos como girasol, maní, algodón, soja, etcétera.
A nivel macro, el ahorro de 21 millones de dólares que se produce al sembrar 3 millones de hectárea/año con semillas sin calibrar, equivale, considerando la diferencia de precio sobre los mecánicos, a 42 mil cuerpos sembradores neumáticos (o 3 mil sembradoras de 14 líneas/año). Esta erogación de 21 millones de dólares que gasta anualmente el sistema de producción agrícola es un costo social que merecería ser reasignado en beneficio del propio sistema.
El desafío
Incrementar la superficie nacional cultivada con maíz adquiere valor estratégico, dado el riesgo potencial asociado con la tendencia observada hacia el monocultivo de soja. En este sentido, la alternativa de disminuir los costos de producción del maíz, debe ser una meta de interés para todos.
Este análisis planta una oportunidad para la acción concertada entre todos los actores involucrados en el proceso productivo y económico del país, particularmente semilleros, profesionales, instituciones, fabricantes de maquinaria agrícola y productores agropecuarios.
Otros países ya han coordinado esta trayectoria conjunta con éxito. Las actuales circunstancias no deberían constituir una dificultad para concretar estas propuestas. Cuando se toman decisiones relacionadas con la sostenibilidad y con el incremento de los niveles de productividad del sector agropecuario, la falta de análisis de los costos globales y la visión de "inmediatez" asociada, puede llevar a decisiones equivocadas.
(*) Profesor adjunto Maquinaria Agrícola, Facultad de Ciencias Agrarias (UNR)
(**) Extensionista Inta Casilda