| | Exportación de alfalfa compactada
| La posibilidad de compactar la alfalfa abrió un nuevo mercado a la exportación de productos argentinos, y hoy el nutritivo pasto que abunda en las planicies criollas alimenta, entre otros, a caballos de carrera en los hipódromos de Arabia Saudita. El empresario Albert Garfunkel explicó que desde hace dos años vende miel a Europa, pero hace muy poco comenzó a interesarse por la alfalfa y descubrió que no se exportaba porque era muy caro. Según contó, la alfalfa tiene mucho volumen y poco peso, por lo que llena enseguida los contenedores. "Con 12 toneladas ya estaba completo el container y eso encarecía tanto el producto que quedaba fuera de mercado", dijo. Enseguida llegó a la conclusión que era necesario achicar el volumen y así comenzó conversaciones con un ingeniero agrónomo de Rosario que ya había ideado la forma de hacer una compactadora, pero nunca la había concretado. "Decidimos mandar a hacer una compactadora de muestra y vimos que podíamos compactar y duplicar la cantidad de kilos en un contenedor, y hoy estamos mandando 22 toneladas en vez de las 12 que de lo contrario irían", dijo. La alfalfa -de Santiago del Estero- fue sometida a rigurosos análisis de calidad, que establecieron que "el tipo de suelo y el clima hacen que sea la mejor del mundo". Además, en lugar de los cuatro cortes que tiene al año la alfalfa en la provincia de Buenos Aires, son 11 cuando de Santiago del Estero se trata. "La compactación no altera el producto ni lo hace perder sus propiedades", subrayó el empresario, que luego explicó que su utilización es básicamente para consumo animal, como alimento balanceado, aunque en Europa también se la consuma en las mesas familiares". Desde hace un mes que están exportando a Italia y España, que reciben los contenedores y lo reenvían a los países árabes, más exactamente a los hipódromos de los emires de Arabia Saudita. El contacto lo hicieron por mail, en base a la información de mercado que les facilitaron en la Fundación ExportAr, pero el entusiasmo de los europeos hizo que a los pocos días decidieran viajar a Buenos Aires para comprar personalmente unas 500 toneladas de alfalfa. Pero el negocio de Garfunkel no termina en la alfalfa, hace dos años cuando ya se hacía inminente el fin de su negocio con el cuero, decidió dar un giro y dedicarse a la exportación de miel. "Vi la oportunidad de trabajar con la miel, que era un producto que tenía buena demanda en el exterior y me puse en contacto con el plan apícola de Santiago del Estero, con apoyo de la gobernación, enseguida empezamos a exportar a Alemania y seguimos haciéndolo", relató. El empresario compra toda la producción de miel de Santiago del Estero y la vende a Alemania a un dólar con cincuenta el kilogramo. Desde hace dos años que en el período comprendido entre octubre y mayo exportan a un ritmo de 23.000 kilos de miel por semana. El empresario cree que "este año estaremos por encima de los 300 mil kilos, lo que significa que duplicamos las exportaciones de miel del año anterior". La miel no tiene un gran mercado a nivel doméstico, sólo se consume el 2% de la producción total, pero sí lo tiene en el exterior, dado que es utilizada como reemplazo saludable y natural del azúcar y del edulcorante. La perspectiva es tan buena que ya están pensando en exportar a Italia y, para eso, comenzaron conversaciones para comprar producción en las provincias de Santa Fe y Córdoba.
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