"El Estado estará presente en el Pami, porque le cabe su papel de contralor. Pero el presidente que elija el Estado no podrá hacer absolutamente nada que no pase por el directorio. Si no va la firma de los siete directores del instituto, no se moverá un papel de Perú 169 de la Capital Federal". En estos términos se manifestó ayer Lázaro Fernández, recientemente electo para representar a la región tercera del Pami en el directorio de la entidad, que asumirá su función el 16 de este mes.
El dirigente y electo funcionario de la obra social más importante del país ofreció ayer una conferencia en la que agradeció a los jubilados el trabajo realizado para lograr la normalización de la obra social, a la que se llegó después de un proceso eleccionario que debió sortear obstáculos y enemistades.
Acompañado por Miguel Garay, Marcelo Ludmer y Eva Enríquez, Fernández festejó que los jubilados formen ahora parte del gobierno del Pami. "Es más, hemos logrado la conducción definitiva de la entidad", enfatizó, para adelantar que el 16 recibirán la obra social del mismo presidente de la Nación, Eduardo Duhalde.
La elección del dirigente para integrar el directorio tuvo lugar esta semana en Buenos Aires, adonde confluyeron 108 consejeros federales electos en las siete regiones del país. De la región tercera, que comprende las provincias de Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y Misiones, llegaron la Capital Federal 18 congresales. Y fue Fernández el elegido para integrar el máximo órgano de conducción de la obra social.
Fin de la intervención
"Esto fue demostrar a los jubilados que estamos adentro del Pami, que lo vamos a gobernar juntos, que el Estado será el contralor, porque le corresponde, pero deja el manejo de la organización a sus legítimos dueños. Es una gran satisfacción para nosotros haber logrado esto; fue un proceso eleccionario pesado, pero ya estamos entrando al Pami", dijo el flamante director electo.
De esta manera, termina la intervención en la obra social, que se normaliza no sólo en el nivel central, sino en las 36 Unidades de Gestión Local (UGL). "Seremos nosotros quienes designemos a los gerentes y subgerentes", dijo Fernández, aunque aclaró que "allí donde los hombres hayan trabajado bien y se hayan ganado el aprecio de los jubilados, serán esos hombres los que queden. Y aquellos que no, cesarán en sus funciones".
No obstante, admitió que el directorio "no va a entrar como elefante en un bazar para destruir las cosas ahí donde funcionan bien. Todo lo que se haga, se hará con un trabajo permanente con los jubilados de cada región. Yo mismo iré por las provincias a elegir o reafirmar a las conducciones", expresó.
Por último, y a la hora de hablar del poder del directorio, expresó que "los hombres de Estado (en referencia al presidente del directorio, elegido por el gobierno) no podrán hacer nada que no pase por nosotros. Si no va la firma de los siete directores, no se mueve un papel de Perú 169 de Buenos Aires" (donde está la sede de gobierno de la obra social).