El gobierno inició la primera ronda de contactos con la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), encabezada por los funcionarios John Dodsworth y John Thornton, que arribó ayer al país para analizar los términos de un acuerdo de corto plazo con la Argentina. Las negociaciones se basan en la reprogramación de 8.000 millones de dólares en vencimientos que debe afrontar la Argentina hasta el 30 de junio de 2003. Según fuentes del Palacio de Hacienda, se discutió a qué plazo y en qué condiciones se postergarán esos pagos.
"Argentina plantea un escenario de pago a tres años, lo que le brindaría un desahogo a sus cuentas fiscales, pero además le serviría como base para renegociar la deuda con los acreedores privados", sostuvo una fuente oficial. Ante esto "los técnicos del Fondo no dijeron ni que si ni que no, sólo se limitaron a ver las proyecciones macroeconómicas y ver cómo cierran los números" presentados por el Ministerio de Economía y el Banco Central (BCRA), explicaron desde Hacienda.
El planteo de repago a tres años de Economía tendría como "enganche" la aprobación de algunos de los países que integran el Grupo de los Siete (G-7), los mismos que apoyaron el acuerdo de corto plazo como salida para que Argentina no caiga en la cesación de pagos, además del apoyo Banco Mundial.
El entendimiento establecería auditorías del FMI cada dos meses hasta agosto, plazo en que el organismo espera alcanzar un nuevo acuerdo con las autoridades del nuevo gobierno.
A la hora de los números, la cuenta es sencilla; en el primer semestre se deben pagar 5.020 millones de dólares al FMI, de los cuales 1.057 millones vencen la semana próxima.
Si bien el acuerdo no prevé el desembolso de dinero fresco, una vez firmado este acuerdo con el FMI se desbloquearían créditos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco Mundial (BM), lo que le permitirá al país hacer frente a los vencimientos con ambas instituciones por 1.019 y 1.259 millones de dólares, respectivamente.
El primer encuentro de los jefes de la delegación del FMI, fue con el secretario de Hacienda, Jorge Sarghini, con quien analizaron los números fiscales del 2002, el impacto de la rebaja del IVA del 21 al 19 por ciento y las proyecciones para 2003.
Más tarde, se entrevistaron con el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, y tras ese encuentro se dirigieron al Banco Central donde fueron recibidos por su titular, Alfonso Prat Gay.
Mientras se desarrollaba la reunión en la sede de la autoridad monetaria, un grupo de asesores, junto a técnicos del FMI, continuaron trabajando en el Salón Negro ubicado en el décimo piso del Palacio de Hacienda.
La misión del FMI tiene el mandato de acordar los términos de la carta de intención, luego de que el directorio de ese organismo diera el visto bueno para la concreción de un acuerdo de corto plazo que se extendería, según los trascendidos, no más allá de agosto.
Además de Dodsworth, que es el subdirector del Departamento para el Hemisferio Occidental, y de Thornton, que ocupa el cargo de auditor responsable del denominado "caso argentino", integran la misión los técnicos Alinona Seboaria y Ernesto Ramírez.
Nielsen, por su parte, se reunió previamente con el ministro de Economía, Roberto Lavagna, para "repasar los temas que se discutirán" con los integrantes de la misión, según comentó escuetamente a un grupo de periodistas acreditados en el Palacio de Hacienda.
Los próximos pasos
En principio, la misión permanecerá en Buenos Aires hasta el fin de semana y luego retornará a Washington para informar al directorio del FMI, para que ese cuerpo apruebe el "acuerdo temporario" con la Argentina, algo que sucedería la semana que viene, probablemente el viernes 17 de enero.
El miércoles, el directorio del FMI elogió los avances realizados en el segundo semestre por la economía argentina y, aunque con algunos reparos, se mostró partidario a suscribir un acuerdo de corto plazo.
Previamente, los países integrantes del grupo de los siete (G7), el nucleamiento que agrupa a las principales naciones industrializadas, presionaron para que el organismo alcance un acuerdo transitorio con la Argentina.
Ese acuerdo permitiría prolongar en el tiempo los vencimientos argentinos que por cerca de tres mil millones de dólares que el FMI ya postergó y los que por alrededor de cinco mil millones de dólares tendrá en el primer semestre.
Además, el entendimiento permitiría que la Argentina salga de la situación pre default (cesación de pagos) en que se encuentra con los organismos multilaterales de crédito, especialmente con el Banco Mundial (BM).
Algunas fuentes del sector financiero especulaban con la posibilidad de que, en caso de acuerdo, la Argentina utilice sus reservas para pagarle al BM los vencimientos incumplidos por cerca de 800 millones de dólares.