Cafferata al 4000

Roban por cuarta vez en un mes un complejo educativo

La escuela Santa Isabel de Hungría quedó desmantelada. Dos detenidos

Un complejo educativo de la zona suroeste de la ciudad fue escenario la noche del martes del cuarto robo en menos de 30 días y quedó prácticamente desmantelado. En esta oportunidad, los delincuentes se llevaron un par de computadoras, un centro musical, un televisor de 29 pulgadas y otros elementos además de causar serios destrozos. Sin embargo, el hecho fue observado por un vecino que alertó al Comando Radioeléctrico, que llegó al lugar y apresó a dos hombres que estaban sobre los techos del establecimiento.
Poco después de las 5.45 de ayer, un vecino del complejo Santa Isabel de Hungría, ubicado en Cafferata 4070, observó como un grupo de hombres sacaba elementos de la escuela allí ubicada. Entonces llamó a los directivos del establecimiento y al Comando Radioeléctrico.
Cuando la patrulla llegó al lugar sorprendió a Claudio Ariel Osuna, de 27 años, y a Abel Alejandro Ajmet, de 22, en los techos del establecimiento. Ambos jóvenes fueron apresados y conducidos a la seccional 18ª, con jurisdicción en la zona. Ambos fueron imputados del robo ya que en su poder hallaron un revólver calibre 32, una videograbadora, un monitor de computación con su protector de pantalla y un CPU.
Sin embargo, cuando los directivos de la escuela ingresaron al edificio comprobaron que los delincuentes habían violentado la puerta de rejas de la sala de computación y además de lo recuperado, los ladrones se habían llevado un computadora, un centro musical y un televisor 29 pulgadas además de causar serios destrozos.
Con el robo de ayer, el complejo sufrió el cuarto robo en el término de un mes y de esa manera no sólo la escuela sino también el comedor que allí funciona y que atiende a 300 chicos diariamente, quedó desmantelado.
"Ya no sabemos qué hacer y cómo atender a los chicos. No nos queda nada", dijo una colaboradora del establecimiento que recordó que el pasado viernes les robaron máquinas de escribir, la cocina, una balanza, una freidora y dos matafuegos. Ese mismo día, y no contentos con ello, los ladrones ingresaron a la iglesia del complejo y profanaron el sagrario donde se encontraban las ostias consagradas.