De laxante a veneno mortal

París. - El aceite de ricino es mundialmente conocido como medicamento laxante, pero el residuo de su preparación, la ricina o ricinina, la substancia más tóxica del reino vegetal, es un veneno mortal.
El ricino, Ricinus communis, del que se extrae el aceite utilizado en medicina, es una planta originaria de las regiones tropicales de Africa, donde es un arbusto perenne, pero se ha extendido también a regiones de clima templado de todo el mundo, donde es planta herbácea y anual. Se cultivaba para fines comerciales en California y se ha extendido en todo el sur de Estados Unidos. También en Argentina es común ver estos arbustos que crecen silvestres. El ricino tiene grandes hojas palmeado-compuestas. Su fruto es una cápsula trilobulada y espinosa que contiene tres semillas planas. De éstas se extrae el aceite de ricino, utilizado en medicina como laxante y explotado a escala industrial como ingrediente para lubricantes, jabones y barnices
La ricina actúa como veneno a nivel celular, al inhibir la síntesis de proteínas complejas en los intestinos. Cuando es ingerida, provoca síntomas intestinales severos y deshidratación. La ricina es tóxica además para el hígado y el páncreas, produciendo hemorragias e hipoglicemia. Después se produce un estado de conmoción y la muerte.
En caso de penetración por vía respiratoria, desarrolla una toxicidad aún mayor, produciendo edemas pulmonares hemorrágicos. Un miligramo puede matar a un hombre de cien kilos de peso. Y no existe antídoto para este veneno. El potencial de la ricina como arma biológica es importante, dada su alta toxicidad y el hecho de que es sumamente fácil adquirir semillas de ricino. (AFP)