Tenía que ser con gol de Cavenaghi. Por algo es el as de espadas de las cartas que maneja Hugo Tocalli en el Sub 20. Y con su conquista, Argentina se alzó con el segundo triunfo en el Sudamericano, en esta ocasión con un mejor juego que el exhibido en el debut, aunque en el 1 a 0 final no reflejó fielmente la superioridad sobre Chile.
Cuando a los 9' Cavenaghi erró el cabezazo para conectar solo en el área un tiro libre de Tévez preocupó porque no es un delantero que desaprovecha chances así, pero a la vez demostró que de arriba podía ser negocio.
Pero el dominio territorial no se traslucía en la red. Al seleccionado argentino le faltaba algo. Pero los chicos no se desesperaron.
Y el gol llegó. Quien otro sino Cavenaghi para desatar el festejo. El millonario ganó a espaldas de su marcador tras un tiro libre desde el medio y sólo tuvo que dominar la pelota para entrarle a gusto y dejarla durmiendo en la red. Y fue festejo doble, porque le dedicó la conquista a su novia Sole y se transformó en la máquina del trencito albiceleste.
Con la diferencia, Argentina jugó tranquilo. Manejó la pelota y le mostró a Chile que aún le falta para jugarle de igual a igual. Sin embargo, los dirigidos por Tocalli tampoco demostraron un alto vuelo futbolístico y se fueron al descanso tranquilos con el 1 a 0.
En la segunda mitad se mantuvo el dominio argentino, tanto que Chile se arrimó poco por el arco de Eberto.
Y otra vez a los 24 llegó tal vez la mejor jugada del partido: Jonás Gutiérrez recuperó la pelota en campo argentino y puso el pase largo, profundo, Cavenaghi pasó al último hombre chileno con un sombrero y la tocó por arriba ante la salida del arquero. La pelota entraba mansamente y en la línea de gol, con el último esfuerzo, Toro la sacó hacia arriba.
Chile se había desordenado atrás tratando de encontrar la igualdad y dejaba caminos para el contraataque. Como el que encabezó el rojinegro Belluschi y que no terminó en la red porque el arquero Pinto le ganó el mano a mano a Cavenaghi.
Y el final fue otra vez con escándalo por juego brusco. Pinilla le entró con todo a Pinola, quien reaccionó desde el piso con una patada en el rostro. Los dos vieron la roja.
Va queriendo. Otra vez el triunfo fue por un gol pero el rendimiento futbolístico creció, algo que indica que el camino hacia el objetivo final se desanda positivamente.
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La Ciudad
