Año CXXXVI
 Nº 49.717
Rosario,
jueves  09 de
enero de 2003
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Trágico episodio en Matheu al 900
Un nene en coma al dispararse un revólver durante una mudanza
Ayudaba a un vecino, una mesa de luz cayó al piso y el arma allí guardada se activó

El gesto solidario de un chico de 10 años tuvo un desenlace trágico. Mientras colaboraba con la mudanza de un vecino, una mesita de luz cayó al suelo, el cajón del mueble se abrió y la brusca maniobra hizo que de un revólver calibre 38 guardado allí se disparara en forma accidental un balazo que impactó en la frente del nene. Anoche, el chico estaba internado en coma farmacológico en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela.
El nene baleado es Leonel Rodrigo Nieto y cursa el tercer año de la EGB en la escuela San Luis Nº156. Tiene siete hermanos, aunque vive con dos de ellos, los hijos del segundo matrimonio del padre, que quedó desocupado después del cierre de la Cristalería de Cuyo.
Cerca de las 23.30 del martes, una camioneta Ford F100 transportando muebles llegó a una vivienda de Matheu 928. El fletero, Rolando Valenti, de 50 años, y su hijo de 13, eran los encargados de realizar el trabajo y habían salido de una casa de Montevideo al 6400 llevando una cama y una mesita de luz.
Leonel observaba la mudanza desde su casa ubicada en Matheu 933 cuando reconoció al propietario del inmueble, Gustavo Ramón Mautone, un abogado de 36 años que ya había vivido en ese lugar y había decidido regresar al barrio.
Entonces el nene cruzó la calle para colaborar con las tareas y nadie imaginó que una simple mudanza tendría un desenlace casi fatal. En el local de cuatro por siete metros, donde antes funcionó una heladería y ahora será ocupado por Mautone, un hombre llevaba una mesita de luz que de manera imprevista cayó al suelo. A raíz de la brusca maniobra se desprendió el cajón del mueble y un revólver calibre 38 propiedad de Mautone, que estaba guardado allí, se percutó por el violento movimiento.
Entonces ocurrió un suceso inesperado. Un balazo se disparó en forma accidental del arma y atravesó la cabeza de Leonel, debajo de la ceja izquierda.
Luis es el padre del chico herido. Ayer a la tarde ya había contado varias veces a los cronistas y movileros de los medios lo que había ocurrido. Parecía cansado pero sereno cuando ensayó un argumento para tratar de explicar el doloroso episodio. "Es un chico muy servicial con todos los vecinos", decía en la sala de terapia intensiva del Hospital de Niños mientras casi con resignación balbuceaba: "Mi chiquito está en las manos de Dios".
Cuando recibió el tiro, Leonel estaba a tres o cuatro metros de la mesa de luz y se desplomó sobre un rincón. Mautone sólo atinó a correr para avisarle a Luis. Cuando Nieto lo levantó a su hijo malherido, el revólver estaba a varios metros del nene.
Una ambulancia trasladó al chico al Hospital de Emergencias, donde los médicos le realizaron una tomografía computada y lo derivaron al Hospital de Niños, donde fue operado. El trayecto del proyectil por la cabeza le provocó a Leonel pérdida de masa encefálica. Anoche su estado era grave y estaba en coma farmacológico, aunque estable. Los médicos dijeron que habrá que aguardar 48 horas para "ver cómo evoluciona".



"Mi chiquito está en manos de Dios", señaló el padre. (Foto: Daniel Carrizo)
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