Los Reyes Magos salieron a recorrer los barrios más humildes de la ciudad y entregaron más de 1.500 juguetes y golosinas a los chicos. Y lo hicieron en una autobomba de los Bomberos Voluntarios de Rosario, en una caravana que pasó por las zonas sur y sudoeste. En cada parada, había cerca de 400 niños que esperaban su regalo. No alcanzó para todos; sin embargo, la gente siguió llevando donaciones y hoy la movida se repetirá.
Se trató de una actividad solidaria de los bomberos, empleados del hospital Clemente Alvarez (Heca), una radio de FM, y un grupo de ex combatientes, motoqueros y vecinales, que recolectaron regalos y dulces para repartirlos entre los pibes más necesitados.
La fiesta de los Reyes Magos conmemora la epifanía de Jesús al mundo pagano, la revelación de Dios hecho hombre, cuya primera manifestación ante la cuna del recién nacido fueron los Santos Magos. Estos fueron conducidos por una misteriosa estrella y cargados con oro, incienso y mirra. Y en recuerdo de estos presentes hoy en el mundo cristiano se obsequia a los niños regalos cuyo traslado se atribuye a los Reyes.
Quizás muchos chicos de Rosario carecerán esta mañana del regalo esperado o no lo podrán disfrutar en plenitud. Menos mal que todavía hay gente solidaria que piensa en ellos.
De recorrida
Los bomberos recolectaron juguetes y golosinas. Y ayer a la mañana fueron junto a un grupo de motoqueros y artistas a llevar una parte de los presentes a los niños internados en el hospital Vilela.
Para esto, se armó una caravana con las dos autobombas, una ambulancia y varias unidades de la Dirección de Tránsito, que se fue a los barrios.
Empezaron en el Mangrullo, siguieron por el barrio Yrigoyen, Piedras al 1400, Olegario Víctor Andrade y Flamarión, Cafferata y Lamadrid, Crespo y Dean Funes, Biedma y Rouillón, para terminar a media tarde en el complejo habitacional del banco Hipotecario, en zona sudoeste.
Los reyes eran cuatro (no importaba) y estaban acompañados por un hada de los sueños. A pesar del calor, fueron arriba de una autobomba -con la sirena a full-, secundados por otros voluntarios, saludando a los chicos por las calles y despertando a varios de la siesta.
Antonio Mansilla era Baltazar. Fue la segunda vez que vistió el traje, ya lo había hecho en una movida similar el año pasado, invitado por su hija que es bombera y trabaja en el Heca. El bombero Claudio Scuderi era Melchor y confesó estar muy emocionado. Los otros dos reyes (no quedó muy claro cuál era Gaspar), Ricardo Núñez y Alberto Sottile, tampoco tenían mucho que ver con su habitual trabajo en el Heca. Y el hada, la locutora Alejandra Rolón, nunca fue tan solicitada como ayer.
En cada parada, los chicos se abalanzaban sobre los Reyes. Algunos los miraban sorprendidos, otros se probaban el casco de los bomberos, y todos esperaban ansiosos los regalos.
Entregaron más de 1.500 juguetes y fue insuficiente. En algunos lugares, como en el Centro Comunitario Oeste (Biedma y Rouillón), debieron sortear los presentes.
El jefe de bomberos, Guillermo Caraballo, comentó a La Capital que aunque la campaña había finalizado el sábado, ayer la gente siguió llevando juguetes y hoy volverán a salir con la caravana.
En el Fonavi de Seguí al 5600, Maxi (7 años) y Camila (8) tuvieron que esperar hasta hoy para tener la moto y el CD de Cantaniños que les habían pedido a los Reyes Magos. En cambio, Rocío (11) se llevó un muñeco para su prima. Ella sabía quiénes eran los Reyes, no obstante no perdía el sueño, dijo que les iba a escribir pidiéndoles un trabajo para su papá.
La Ciudad
