Los ómnibus de pasajeros de media y larga distancia en la Argentina carecen de un sistema de postas intermedias para que los choferes cumplan con la jornada laboral y el descanso entre viajes que establece el convenio laboral, algo que sumado a la falta de revisión técnica en las unidades, incrementa notablemente la posibilidad de que ocurran accidentes fatales.
La falta de descanso en los choferes de media y larga distancia es una denuncia que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) realiza desde hace tiempo ante Trabajo, cuya comprobación se ve obstaculizada en muchos casos por la ausencia de información que deberían enviar la empresas de transportes, aseguraron fuentes gremiales y de la cartera laboral.
El accidente registrado el martes pasado en Corrientes por un micro de pasajeros que realizaba el trayecto entre Buenos Aires y la ciudad paraguaya de Asunción, con siete muertos, puso de manifiesto la falta de capacidad y entrenamiento que se les da a los choferes y la falta de control respecto a que si cumplen o no con las horas de descanso entre viajes.
Un trabajo efectuado por la Asociación Civil Luchemos por la Vida indica que sólo en la ciudad de Buenos Aires, el 31 por ciento de los choferes profesionales -es decir conductores de taxis, micros, camiones y camionetas- protagonizaron accidentes en los últimos dos años en una proporción tres veces mayor al de los no profesionales. Además, el 25 por ciento de los choferes profesionales sufrieron accidentes graves, con lesionados o muertos entre ellos, también en una proporción tres veces mayor a los no profesionales.
La Asociación Luchemos por la Vida destacó que los accidentes fatales ocurren por "la falta de controles y sanciones y la carencia de capacitación en conducción segura de los choferes profesionales, así como el otorgamiento de licencias de conducir sin exigencias de idoneidad.
El convenio laboral para los choferes de micros establece que deben cumplir 192 horas de trabajo por mes y ocho horas por día exceptuando los francos, "un hecho que, especialmente cuando empieza la temporada veraniega, muy pocas veces se cumple", indicaron voceros de la UTA. "Hay casos de choferes que deben realizar trayectos largos, con más de 50 horas de viaje, por ejemplo entre Posadas y Bariloche y que, al llegar a destino, les ordenan volverse inmediatamente sin cumplir el tiempo de descanso", precisaron los voceros gremiales.
Presiones patronales
Indicaron además que en muchas ocasiones "los choferes se ven presionados por las empresas para aceptar estas condiciones de trabajo, o bien lo deciden ellos para ganar algún dinero más por horas extras o adicionales".
En el caso de los trayectos largos como entre Posadas y Bariloche lo ideal es que exista un sistema de postas intermedias, como sucede en los EEUU y otros países, para que los choferes cumplan con la jornada de trabajo que establece el convenio.
El titular del Instituto de Seguridad Vial (Isev), Eduardo Bertotti, dijo que "no hay una medida estándar que diga cuanto tiempo de descanso es necesario para que la fatiga no incida en la buena o mala conducción de un vehículo, eso es algo muy subjetivo que depende también de la conducta del chofer fuera de su horario de trabajo. Falta de un sistema de postas intermedias como ocurre en los Estados Unidos. Allí los choferes cumplen estrictamente con la jornada laboral, esto quiere decir que se despiden de su familia a la mañana y vuelven a verlos a la noche, como cualquier otro trabajador", explicó Bertotti.
En un viaje entre Buenos Aires y Córdoba, un chofer debería partir desde la Capital Federal y, al llegar a Rosario, tendría que ser relevado por otro que complete el viaje, mientras que el que salió de Buenos Aires debería volverse a su hogar sin cumplir con otro viaje.
El vocero de la UTA señaló que la exigencia a los choferes para que realicen más horas de la que establece el convenio "se da en algunas empresas, no en la mayoría" y coincidió con Bertotti que en el caso de los viajes largos, debería haber un sistema de postas intermedias.
El titular del Isev, por su parte, destacó que el exceso de fatiga produce "un retardo en las reacciones y no juzgar en forma anticipada cuáles son las situaciones en el tránsito que pueden causar riesgo de vida". A la falta de descanso de los choferes se le suma, en muchas oportunidades, que la unidad no tiene la revisión técnica obligatoria. (Télam)