Año CXXXVI
 Nº 49.713
Rosario,
domingo  05 de
enero de 2003
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Los escándalos en el Likud y no la política ocupan los grandes titulares en Israel

Christian Fuerst

Tel Aviv. - En los territorios palestinos ocupados mueren diariamente, en promedio, dos personas por disparos de los soldados israelíes. En forma creciente, entre las víctimas se encuentran niños y jóvenes. Pero pese a las noticias diarias sobre la violencia sin fin, "el conflicto" entre israelíes y palestinos ya no es un tema en Israel. A menos de cuatro semanas de las elecciones parlamentarias en ese país, la guerra de desgaste a pequeña escala en Medio Oriente desapareció de los grandes titulares. Incluso los atentados terroristas contra colonos judíos en Cisjordania parecen afectar a las personas solamente en forma marginal.
Entretanto, la economía israelí se encuentra en caída libre, afectada por la sangrienta Intifada. El desempleo crece, los ingresos se reducen. Todo un pueblo, según consideran casi a diario los expertos israelíes, se encuentra en un estado de profunda depresión, que se traduce en enormes anuncios de tranquilizantes supuestamente inocuos. De acuerdo con las estadísticas, el número de casamientos se redujo el año pasado en un 30%, y también el crecimiento demográfico se encuentra en su nivel más bajo desde la fundación del Estado de Israel.
Sin embargo, los contundentes problemas prácticamente no desempeñan ningún papel en la lucha de los partidos por los votos de los electores. Hasta ahora, ni una agrupación política adoptó la palabra "paz" para sus consignas electorales. Ni siquiera lo han hecho el izquierdista partido Merez o el opositor Partido Laborista, cuyo presidente, Amram Mizna, ingresó en la campaña electoral con amplias concesiones para los palestinos.

Corrupción en primera plana
En cambio, los diferentes escándalos políticos dominan los medios de comunicación. En primer lugar figura la corrupción en el interior del Partido Likud del primer ministro Ariel Sharon, que con el despido de la viceministra Naomi Blumenthal ya encontró su primera víctima. Corrupción en lugar de proceso de paz y estancamiento económico: éste es el principal tema de la campaña electoral. Y esto se produce, según lamentan los palestinos, en gran parte porque EEUU y Europa han eliminado el conflicto del orden del día internacional debido a la crisis en torno a Irak.
"Las reacciones de los israelíes son completamente irracionales, la gente evita de manera totalmente consciente los verdaderos temas para la próxima elección", opinó Daphna Canetti, de la Universidad de Haifa, que se ha especializado en psicología política. Canetti sostiene que el estado de ánimo en Israel es "grotesco": "¡De qué otra manera se puede entender que la gran mayoría de los votantes del Likud (de Sharon) se cuenten entre las clases bajas, que son las que más sufren la devastadora situación económica!".
Todas las encuestas lo confirman: el comportamiento electoral de los israelíes es difícil de entender desde un ángulo de racionalidad. Si bien dos tercios de los israelíes juzgan con malas calificaciones a Sharon cuando evalúan su labor política de los últimos 21 meses, sus valores de imagen favorable se encuentran claramente por delante de los de otros políticos, incluyendo a su máximo adversario, Amram Mizna.
Según sostienen los especialistas, en los dos últimos años la mayoría de los israelíes desarrollaron su propio mecanismo de defensa para poder tolerar miedos y tensiones. Más de la mitad dijo durante un sondeo que ya no escuchan noticias y evitan esas páginas en los diarios. Más del 50% afirmó que "ya no presta atención" a las malas noticias. Al mismo tiempo muchos israelíes ingieren tranquilizantes para poder soportar mejor la realidad. "De todas maneras el fenómeno Sharon continúa siendo inexplicable para nosotros", admitió Canetti. "Lo llamamos el «hombre teflon», porque todo parece resbalarle", indicó.
El político, de 74 años, no tiene resultados positivos para exhibir para los comicios, pero de todas maneras puede contar con un importante aumento de su caudal de votos, según la opinión de analistas israelíes. "Los israelíes nunca se interesaron por la economía durante las elecciones", aseguró la especialista de la Universidad de Haifa: "Aquí en realidad sólo existe un tema, y éste es la seguridad". La Intifada, que junto a unos 2.000 palestinos también costó la vida a unos 700 israelíes, "convirtió a la gente en militante. Quieren vengar la violencia con violencia, y Sharon es la persona que se lo promete", indicó Canetti. (DPA)


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