 |  | cartas Fraude, listas sábanas y ley de lemas
 | En la década del 30, los gobiernos conservadores utilizaban el fraude electoral para imponer su voluntad, la voluntad de un sector dirigente, la denominada elite, el grupo oligárquico que usufructuaba los beneficios económicos y trataban de reactivar el decadente modelo agroexportador. Este fraude, del cual existen innumerables pruebas, lo llamaban "patriótico", y en definitiva solo era una forma de restringir la voluntad de las mayorías en la elección de sus gobernantes e imponer la voluntad de una minoría. En los últimos decenios somos testigos de la misma necesidad por restringir la voluntad popular; la finalidad perseguida es la misma, lo que ha cambiado es el método y los grupos beneficiados. El método para restringir la voluntad popular es la lista sábana o la ya conocida en esta provincia ley de lemas. Estos métodos son más sutiles y tienen un halo de honestidad mayor que el fraude, pero la finalidad es la misma. Los beneficiados son otros, los sectores políticos enquistados en los partidos, la nueva oligarquía, la que también se beneficia económicamente con los negociados de las empresas globalizadas o los emergentes de la economía concentrada. Por eso, cuando a partir de los primeros días del año que ya iniciamos escuchemos los discursos de los ya conocidos personajes políticos, estemos atentos, no nos dejemos engañar, veamos con claridad cuál es la voluntad de hacer participar al pueblo y detectemos cuando solo les interesa la voluntad de la cúpula partidaria. Actuemos como ciudadanos y no como rebaño. Héctor M. Martínez
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