Año CXXXVI
 Nº 49.711
Rosario,
viernes  03 de
enero de 2003
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Las expectativas ahora están puestas en la próxima cosecha de soja y maíz
El clima atentó contra la campaña de trigo en los campos del sur provincial
Los fuertes temporales y el granizo determinaron que los rindes estuvieran por debajo de los niveles históricos

Carlos Walter Barbarich / La Capital

Venado Tuerto. - La cosecha de trigo en el sur santafesino no tuvo el final esperado. Las especulaciones previas sobre buenos rindes quedaron truncas por cuestiones climáticas y el promedio estuvo por debajo de los treinta quintales por hectárea debido, en gran parte, a los efectos del granizo. Los colonos prenden una vela ahora a las presunciones de una cosecha récord de soja y maíz, pero las incesantes lluvias de las últimas semanas están poniendo en duda todos los pronósticos.
Si bien la región sur santafesina no es puramente triguera, el año pasado varios productores agropecuarios habían optado por sembrar, aunque mucho menos que en otros años, según un relevamiento del Inta.
Los rindes estuvieron históricamente en un promedio de treinta quintales por hectárea, pero la media de la última cosecha fue menor como consecuencia de distintos factores como los excesos hídricos y fenómenos meteorológicos como granizo o pedreas. De hecho, varios distritos del departamento General López fueron perjudicados por la pedrea como Melincué, Elortondo, Sancti Spíritu, San Eduardo, San Gregorio, María Teresa y Maggiolo. En muchos campos este fenómeno provocó daños totales.
En cambio, el panorama para la cosecha de soja y maíz es -hasta el momento- francamente favorable. Abundantes lluvias y un clima propicio favorecen la evolución de las plantas y, aunque algunos productores comenzaron a vislumbrar problemas vinculados a los excesos hídricos, en líneas generales la cosecha "pinta más que bien", graficó colono de Chovet.
"Generalmente el trigo se siembra para tener una moneda a fin de año (cuando se lo cosecha) pero la mayoría prefiere dejar descansar las tierras y hacer soja de primera", explicó un productor que resaltó que "los buenos precios de la campaña anterior hicieron que muchos desistieran de sembrar trigo y quieran preservarse para otros cultivos".
Pese a que el año pasado no se presentó favorable para el trigo hubo excepciones: en algunos lotes los rindes superaron los 35 quintales (en los afectados por la pedrea no superaron los diez). Aquellos a quienes les fue bien, contaron además con buenos precios para vender el trigo y pudieron obtener una buena rentabilidad.

Negocio rentable
Sin embargo, hay un nuevo debate entablado entre los productores agropecuarios y se refiere a si la actividad es actualmente rentable o no. Los detractores aducen que los costos de los insumos cotizan en dólares y que por ende la ganancia no es tan grande como se presume. Otros admiten esa situación aunque reconocen que con los comodities a valor dólar la ventaja está en las cosas que se pueden comprar.
"Es cierto que los insumos agropecuarios cotizan en dólares, pero no hay que omitir que los cereales también", resumió un colono de Venado Tuerto, y añadió: "La diferencia la podemos hacer con aquellos productos que podemos comprar y que no aumentaron al ritmo del dólar".
Un panorama concreto de esta situación lo brinda el mercado automotriz: durante la convertibilidad hacían falta más de mil quintales de soja para acceder a una camioneta y hoy se consigue por la mitad. Con las cosechadoras sucede algo similar: antes se necesitaban seis mil quintales de soja para comprar una de última tecnología y hoy con 4.500 se accede a una parecida.



Quienes apostaron al trigo no obtuvieron buenos rindes.
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