Otra justa batalla contra el control desproporcionado de los poderosos

Se estrenó en los cines de Rosario "El señor de los anillos: Las dos torres"

Rodolfo Bella / La Capital

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Intérpretes: Elijah Wood, Ian McKellen, Liv Tyler, Vigo Mortensen, Cate Blanchett y Sean Astin.
Dirección: Peter Jackson.
Género: aventuras.
Duración: 179 minutos.
Salas: Del Siglo, Monumental y Village.

Después de un año de espera, se estrenó en Rosario "Las dos torres", la segunda parte de la trilogía de "El señor de los anillos". La tarea del director Peter Jackson fue monumental por dos razones: llevar al cine una de las obras más conocidas del siglo XX y conformar a la legión de fanáticos de la saga sobre la liberación de la Tierra Media.
Jackson no vaciló a la hora de organizar la titánica tarea. Pese a las críticas que podrían hacerse sobre las alteraciones que sufrió el orden del texto, el criterio se centró en ajustarse a los códigos cinematográficos antes que someterse a los rigores y la imposibilidad de trasponer con fidelidad la novela.
El resultado indica que fue la decisión correcta. Cada lector le imprimió a la lectura de la obra de Tolkien aquellos elementos que dispara la riqueza narrativa. Desde ese punto de partida era poco probable que Peter Jackson dejara contentos a todos. Por otra parte, se ajustó a la imposibilidad de comparar dos géneros con códigos expresivos disímiles como la literatura y el cine.
La transposición, de esa forma, se ajusta al principio de verosimilitud cinematográfica. El equipo de producción se tomó la libertad de recurrir al arsenal tecnológico que le permitió crear las locaciones de Mordor, el territorio de Sauron, las fabulosas escenografías del Abismo de Helm, así como las secuencias de las ordas de belicosos orcos y al Gollum, un nuevo e inquietante personaje.
"El señor de los anillos", de tres horas de duración, se divide en tres unidades narrativas que se alternan a lo largo del filme y que sigue las aventuras de tres grupos de personajes. La primera sigue a Aragorn, Gimli y Lagolas, que conforman el grupo protagónico, liderado por Aragorn, como un héroe con atributos morales idealizados.
El otro recorrido es el que acompaña a los hobbits Merry y Pippin, que son atrapados por un grupo de Uruk-hai y que luego entablan una relación con un exponente de nuevo personaje: los Ent, unas critaturas con forma de árbol encargadas de velar por la preservación de su especie y que tendrá, junto a otros pares, una participación decisiva en la resolución de esta segunda parte de la saga.
La tercera historia es la que sigue a Frodo, Sam y el Gollum en su camino a la montaña donde deben arrojar el anillo. Este extraño personaje representa junto a Frodo la encarnación de la dualidad entre el bien y el mal. Esta configuración binaria de la personalidad de esos personajes constituye una cuña en la apreciación de las cualidades de los héroes. O lo que es lo mismo, indica que la maldad y la bondad son dos caras de la misma moneda.
¿Qué hizo que "El señor de los anillos" genere una actitud compulsiva para legiones de espectadores, sino también para comprar sus libros, agrupar a los fanáticos, además de explotar un mercado tan vasto como diverso de consumidores de merchandising?
En principio, el relato no se reduce estrictamente a la lucha entre el bien y el mal como puede suponerse a priori. Si bien es en parte así, el autor del libro complicó la trama y algunos personajes hasta difuminar cualquier estereotipo.
En "El señor de los anillos" existen efectivamente los peores villanos y los héroes más nobles y conmovedores, pero en el medio el autor reservó un espacio ambiguo para aquellos seres a quienes perturba la duda.
A diferencia de lo que sucede en "La comunidad del anillo", en "Las dos torres" se acentúa ese rasgo que aleja todo intento de compartimentar a los protagonistas de la historia y que se manifiesta precisamente en los personajes de Frodo y Gollum.
Frodo, interpretado por Elijah Wood, es una persona común sobre quien recae la carga de transformarse en héroe contra su voluntad: destruir el anillo y, con él, su poder. Gollum, en tanto, se revela como una víctima del poder corruptor del anillo.
Esa corrupción se manifiesta en los monólogos de Gollum en los cuales se debate entre lo que le indica el deber y lo que verdaderamente desea su parte que ambiciona poder. Pero también en las sorpresivas transformaciones que padece el noble y valeroso Frodo cuando lucha por no ceder a la tentación del poder, algo que lograría con algo tan simple como calzarse un anillo. Habrá que esperar hasta diciembre, cuando se estrene "El regreso del rey", para saber si lo logra o no.

El filme cuenta con varios escenarios naturales.