Sergio Roulier / La Capital
La Municipalidad esperará hasta el 16 de enero para clausurar la empresa cerealera Agroexport, que funciona en la zona de puerto norte. Es que se notificó del fallo judicial, que anticipó ayer La Capital, por el cual se extiende una prórroga a la firma para que siga funcionando en el lugar hasta esa fecha. La decisión fue ratificada por el secretario de Gobierno, Antonio Bonfatti. Mientras tanto, la cerealera insiste con que se le otorgue una extensión del plazo de funcionamiento hasta que exista "un proyecto" sobre lo que se hará en esa zona. El barrio Refinería está dividido entre los vecinos que quieren que la planta se vaya porque, según entienden, contamina y provoca enfermedades, y están los que priorizan la continuidad de las fuentes de trabajo. Desde la vecinal Malvinas, su presidente, Darío Yuni, cree que la clave de la resolución del conflicto es "determinar si la presencia de la cerealera afecta el estado de salud de la gente". Una jueza laboral rechazó un recurso de amparo presentado por los empleados de la firma, pero dictó una medida de no innovar por quince días hasta que la Cámara de Apelaciones en feria se expida respecto de la admisibilidad del amparo. El municipio insiste con que va a clausurar la planta cuando llegue la fecha. Y la empresa espera que la Cámara declare admisible el amparo y que el Concejo Municipal se expida sobre el pedido de prórroga presentado en noviembre último. El Ejecutivo municipal quiere el cierre de la planta, algo que fue acordado con la empresa para que se cumpla el Plan Director de la ciudad. De esa zona ya se fueron dos cerealeras (Faca y Genaro García) y otra (Servicios Portuarios) funciona con un recurso de amparo. Los argumentos también apuntan a los problemas que trae el tránsito de los camiones y cómo afecta a los vecinos el acopio de cereales en los silos, algo que fue acreditado por un grupo de vecinos, quienes presentaron estudios sobre el alto grado de polución. José Luis Germano, director de Agroexport, se siente defraudado por las autoridades municipales, con quienes acordó una fecha para irse (el último 31 de diciembre) "hasta que pudiera terminar la nueva planta en San Nicolás", dijo. "Pero en el país cayó una bomba a fines del 2001 y parece que no se enteraron", se justificó. Por eso quiere una prórroga "aunque sea por 3 años" (en el Concejo pidió 10), mientras "no se defina qué se hará concretamente en el lugar". Los concejales no trataron el expediente y venció el plazo del contrato. Y el municipio pretende que se cierre, aunque el inmueble seguirá en manos de la cerealera, que lo adquirió al Estado nacional en 1991. Y en el medio están los vecinos. El titular de la vecinal reconoció que hay intereses enfrentados entre la misma gente. No obstante, el dirigente entiende que lo razonable sería determinar si la planta efectivamente contamina y perjudica al vecindario. "Si es así, que la saquen. De lo contario, y si la Municipalidad no le va a dar un uso al inmueble y lo va a cerrar, es preferible que sigan dándole trabajo a la gente", opinó.
|  Algunos vecinos temen la planta quede abandonada. |  | Ampliar Foto |  |  |
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