Año CXXXVI
 Nº 49.707
Rosario,
sábado  28 de
diciembre de 2002
Min 21º
Máx 31º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com






Condenados por salvaje agresión a un travesti
La víctima fue torturada y violada, y sobrevivió de milagro tras recibir tres balazos en la cabeza

Con tres balazos a la cabeza disparados a corta distancia los agresores dieron por muerto a Víctor Russone, un travesti al que habían golpeado con ferocidad, torturado y violado para robarle hace más de un año. El crimen prometía ser la única garantía de impunidad: el líder del grupo era un íntimo conocido de la víctima. Pero dos horas más tarde Russone volvió a la vida luego de que lo rescataran del descampado donde había quedado inconsciente. Los tres atacantes terminaron presos y acaban de condenarlos a 15 años de cárcel.
"Péguenle otro tiro y asegúrense de que esté muerto. Porque si no me manda en cana y vamos hasta las manos". Fue lo último que escuchó Víctor Russone antes de desvanecerse, desnudo y envuelto con una sábana junto a una zanja de Mendoza al 9900. Eran las 2 de la madrugada del 12 de marzo de 2001. Sintió el último plomo en su garganta y pensó que eso era la muerte.
Cuando despertó estaba en el Heca con dos heridas de bala en una mejilla, otra en el cuello, y el rostro desfigurado por los golpes. Lo habían trasladado allí los policías de la comisaría 14ª que pasaron por el lugar en un patrullero. Mientras se recuperaba Russone identificó al "ideólogo" del ataque como Eduardo Ojeda, el hombre de 24 años con el que desde hacía dos tenía relaciones sexuales a cambio de dinero.
Junto a él fueron detenidos Cristian Tondo, de 22 años, y Abel Venezia, de 24. El juez de Sentencia Nº 2, Antonio Ramos, condenó a los tres acusados por varios delitos: violación calificada, robo calificado, incendio intencional (dos hechos), daño, tentativa de homicidio calificado y privación ilegítima de la libertad calificada. El fallo todavía no está firme porque la defensa apeló.
El ataque comenzó a las 23 del 11 de marzo. Russone estaba en la casa que compartía con su padre. Ojeda llegó con dos acompañantes, uno de los cuales apoyó un arma en la cabeza del travesti y le exigió dinero. Russone les dio 75 pesos y alhajas de oro. Como no había más dinero, el reclamo siguió entre puñetazos y puntapiés.
Los atacantes trasladaron a la víctima al dormitorio, la desnudaron y la arrojaron a la cama con un vendaje en la boca y ataduras en los pies y las manos. El propio Ojeda, según la sentencia, instigó a sus cómplices a que la violaran. Durante el abuso le provocaron al menos diez quemaduras con cigarrillos.
Luego le pidieron a Russone las llaves de su auto, un Fiat 125 celeste, donde cargaron un televisor, una video grabadora y objetos que robaron de la vivienda. A la víctima la envolvieron en una sábana y la encerraron en el baúl. Antes de partir, rociaron la casa con bencina y le prendieron fuego.
El siguiente paso sería la ejecución de Russone. En un descampado de Mendoza al 9900 le dispararon tres veces a la cabeza. Antes de desvanecerse, Russone escuchó que Ojeda daba la orden de que lo ultimaran: "Matalo que el puto este me manda en cana". Su auto fue incendiado y abandonado en barrio Las Flores.
El motivo del salvaje ataque sólo se insinúa en las confesiones policiales de Tondo y Venezia (de las que luego se retractaron), donde adujeron que pretendían robar 5 mil pesos que, según Ojeda, Russone guardaba en la vivienda.


Diario La Capital todos los derechos reservados