Año CXXXVI
 Nº 49.707
Rosario,
sábado  28 de
diciembre de 2002
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Suspenden el remate de un pueblo jujeño
La quiebra de dos empresas mantiene en vilo a numerosas familias del este de la provincia

Suspendieron el remate del pueblo El Fuerte, en el departamento de Santa Bárbara, a unos 210 kilómetros de Jujuy, al este de la provincia. El presidente de la comisión municipal, Enrique Javier Lamas, dijo que "la gente está muy contenta; sabemos que el remate ha sido suspendido, pero la verdad es que nosotros queremos que de una vez por todas nos llegue la tranquilidad". La subasta debió realizarse anteayer, en un juzgado en lo Civil y Comercial de la Capital Federal, con una base de 2.800.000 pesos, por cerca de 11.000 hectáreas de las empresas Celulosa Jujuy y Forestadora del Norte, que extraían madera para la producción de celulosa y que quebraron.
El feriado judicial de enero permitirá que el trámite recién pueda ser reiniciado en febrero o marzo del año próximo.
"Aquí hay dos cosas, una es el pueblo y otra son las parcelas de tierra. Nosotros tenemos conocimiento que el gobernador, Eduardo Fellner había firmado un decreto para salvar al pueblo, pero hasta la fecha no tenemos nada seguro con el resto de las parcelas" de tierra, precisó Lamas.
En toda la finca hay unos 1.500 habitantes, aunque en el casco donde está enclavado el pueblo, que tiene escuela primaria y media, y un puesto de salud, cuenta sólo con 589 habitantes, explicó Lamas, quien agregó que el 90 por ciento de los habitantes "vive momentáneamente de los planes Jefas y Jefes de Hogar".
El gobierno de la provincia anunció en noviembre pasado que las tierras de El Fuerte estaban sujetas a expropiación. La provincia es la principal acreedora a través del Banco de la Provincia residual, con una deuda a su favor cercana a los 5 millones de pesos.
Trabajadores del lugar habían comprado parcelas de tierras a las empresas, pero nunca llegaron a escriturar, por lo que las tierras que les pertenecen están sujetas a la subasta.
Las compras efectuadas formaban parte de una compensación de la deuda que mantenían las empresas con algunos de sus trabajadores, que se convirtieron en propietarios y continuaron con la producción de madera y cría de ganado en altura, en poca escala. (Télam)


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