| | Advierten sobre estafas con celulares
| El amplio desarrollo de la telefonía celular durante los últimos tiempos y la notoria creatividad de los delincuentes, han conformado un novedoso cóctel del cual ya han sido víctimas varios rosarinos. La modalidad consiste en llamados telefónicos anónimos y de cobro revertido hechos por inescrupulosos que dan cuenta del presunto secuestro de un familiar de quien atiende. Como rescate, los maleantes exigen el pago de una suma determinada de dinero. Pero no en efectivo, sino en créditos de tarjetas telefónicas cuyos números de clave deben ser suministrados a los presuntos secuestradores. De esta manera, el delincuente se hace de un importante número de pulsos telefónicos que utilizará en beneficio propio o para la reventa. La moderna metodología de estafa se conoció hace pocos días en la provincia de Buenos Aires, cuando un hombre realizó la denuncia ante la policía. Sin embargo, poco tardó el invento en llegar a Rosario y en la Jefatura de la Unidad Regional II ya se cuentan las primeras presentaciones de ciudadanos afectados. Por ello, desde la policía local se han dado una serie de recomendaciones para no caer en la trampa. Según se conoció la semana pasada, Alejandro Narvaja recibió en su casa bonaerense un llamado telefónico con cobro revertido. El hombre la aceptó y entonces le informaron que un familiar suyo había sido secuestrado. Como rescate le exigieron que comprara 4 tarjetas telefónicas de 10 pesos cada una cuyos números de clave deberían ser aportados en una próxima comunicación que entablarían los presuntos secuestradores. Más allá de cumplir lo que sus interlocutores le pidieron, comprando las tarjetas y dando los números de clave, Narvaja esperó a superar el susto para comprobar que ninguno de sus familiares había sido secuestrado. Entonces presentó la denuncia ante Telecom y la policía. Tanto la empresa como los investigadores le dijeron que había sido víctima de una maniobra ilegal: "La mayoría de esos llamados se hace desde los teléfonos públicos de las cárceles y de esta manera los presos obtienen pulsos de teléfono que luego comercializan con los otros internos convirtiendo en dinero los minutos robados". También en la provincia de La Rioja se registró un hecho similar. Allí la víctima fue la familia de un ingeniero de Chamical que había viajado hasta la capital provincial. El rescate consistió en 600 créditos telefónicos que se pagaron antes de saber que nada le había pasado al profesional. Como en Rosario, según la policía, se han registrado indicios de casos similares, desde la Jefatura se sugirió la adopción de determinadas medidas preventivas: u Rechazar toda llamada de cobro revertido que no haya sido acordada previamente con familiares, amigos o allegados. u En caso de recibirla, no dar información sobre nombres o lugares donde se encuentren los familiares y mantener la calma ante las exigencias de los maleantes. u En caso de que la maniobra se concrete mediante una segunda llamada telefónica, tiempo en que la víctima debería comprar las tarjetas para luego brindar los códigos, dar aviso a la policía entre ambos llamados.
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