El primer observatorio arqueoastronómico argentino para el estudio del movimiento solar, los solsticios y equinoccios, será construido en la localidad chubutense de Dolavon. A partir de los estudios que se realicen en ese observatorio, podrán recrearse los conocimientos astronómicos que tenían antiguas culturas como la celta, la mapuche y la tehuelche y su relación con el cosmos.
La arqueoastronomía es una joven disciplina científica que estudia, desde un punto de vista arqueológico, antropológico, etnográfico e histórico la forma en que las culturas de todas las épocas y lugares han tratando de entender el cosmos.
El observatorio arqueoastronómico es un proyecto turístico y cultural que interpreta los ciclos solares y la observación de los astros, tal como lo hicieron diferentes culturas.
Los monolitos de piedra se alinean con los fenómenos celestes, y predicen a simple vista, las distintas estaciones del año, llegando a descubrir constelaciones y planetas más importantes.
Este proyecto "apunta a recrear todo lo que fueron las culturas Celta, Mapuche y Tehuelche y su relación con los cielos", indicó el intendente de Dolavon, Juan Martín Bortagaray.
El monolito de las estaciones
El observatorio tendrá un monolito de las estaciones, un domo de interpretación, un reloj de sol, un área de cultura mapuche, un bosque petrificado recientemente descubierto, una serie de capillas galesas, un molino harinero del siglo XIX, la plaza del horóscopo celta, y los petroglifos tehuelches de la vecina población de Las Plumas.\Al dar algunos detalles sobre la forma y elementos con los que será construido el observatorio, uno de los autores del proyecto, Romano Giallatini, explicó que constará de una plancha de pórfido (piedra autóctona) con perforaciones de tres metros de altura, 1.40 de ancho y tres toneladas de peso, que va ubicada en el centro de un círculo, y que se denomina alza. Está colocado sobre una base de piedra y tiene fijados los puntos cardinales.\Giallatini agregó que "a una distancia determinada se hallan fijados los guiones, que son grupos de tres troncos rústicos sujetos con sunchos de planchuela y tres metros de altura. Estos, indicarán las fechas en las que cambian las estaciones.\"Las sombras que los guiones muestren en el alza permitirá al observador saber exactamente el momento del día en el que se encuentra, tal como lo hacían antiguas civilizaciones que medían el tiempo con los relojes de sol", dijo el especialista.\Por otra parte, explicó que quienes miren a través del alza, podrá observar los solsticios y equinoccios de los meses de marzo, julio, septiembre y diciembre.\La idea del observatorio surgió hace 4 años, tras descubrirse un pequeño bosque petrificado, entre la localidad chubutense de 28 de Julio y el Dique Florentino Ameghino. En tanto, el astrónomo Carlos MacGough explicó que "la arqueoastronomía es la astronomía vinculada a la arqueología. En Dolavon existen puntos en común entre sus pobladores con estas culturas".\MacGough explicó que el proyecto se basa en el estudio de celtas, mapuches y tehuelches, grupos de pueblos muy antiguos y religiosos que veneraban a los dioses, y su rasgo principal era el culto a las fuerzas naturales como el sol, la Luna, las estrellas, el mar, los vientos, los ríos y los animales. (Télam)