El filósofo Jaime Barylko murió en la Capital Federal, a los 66 años, víctima de leucemia, informaron ayer sus familiares. Barylko, quien había nacido en Buenos Aires en 1936, se recibió de licenciado en Letras y en Filosofía en la Universidad de Buenos Aires, y se doctoró en Filosofía en la Universidad Nacional de La Plata.
Posteriormente, realizó estudios de posgrado en Educación en la Universidad Hebrea de Jerusalén, y fue profesor en la Universidad de Belgrano y, como invitado, en las universidades de Caracas, La Paz, Santiago, Bogotá, San José, Sao Paulo, Porto Alegre, Tel Aviv y Jerusalén, además de las del Salvador y de Rosario.
Fue asesor del Conicet y del Ministerio de Educación y autor de numerosos libros, tales como "Cómo ser persona en tiempos de crisis", "En busca de uno mismo", "Cábala de la luz", "El hombre que está solo y no espera", "Valores y las virtudes", "Sabiduría de bolsillo" "Para quererte mejor" y "En busca de uno mismo", entre otros.
En los últimos años Barylko apareció reiteradas veces por televisión en programas periodísticos y de investigación.
Desde hace un tiempo, el filósofo se encontraba internado a raiz de su enfermedad.
Sus restos fueron inhumados ayer al mediodía en el cementerio judío de La Tablada, en la manzana 71, un lugar de la necrópolis reservado para hombres célebres. El velatorio se llevó a cabo en su casa de la Capital Federal, donde el rabino Sergio Bergman encabezó las celebraciones.
El nombre de Jaime Barylko trascendió los límites de la Argentina como pensador de la condición humana contemporánea. La persona y la sociedad, la ética, la formación de los hijos, y el rescate de la jerarquía y de los valores fueron los ejes de las temáticas abordadas por el filósofo, tanto en cátedras universitarias y conferencias públicas como en artículos y libros.
Barylko escribió artículos para distintos medios, como revistas y diarios -Sur y La Nación, en la Argentina-, y también para publicaciones de Costa Rica y Estados Unidos.
También era decano de la Facultad de Estudios Orientales de la Universidad Maimónides de Buenos Aires. Algunos de sus libros, como "El miedo a los hijos", "En busca de los valores perdidos", "La filosofía, una invitación a pensar", "Etica para argentinos", y "Yo y tú, un mundo", además de cautivar al público, se convirtieron en obras de lectura permanente y de consulta indispensable.
Un espacio para pensar
En sus textos, el filósofo ofrecía un espacio para la reflexión y el pensamiento. "Decimos crisis de valores y hay que decir crisis de un orden de valores. ¿Quién establecerá ese orden? ¿Qué autoridad reconoceríamos nosotros, desde la subjetividad de cada uno, como legítima para imponer una escala de valores?", se preguntaba.
"La persona -sostenía Barylko- es portadora de valores. Estos marcan diferencias, establecen lenguajes, dictan normas, y en ese esquema es donde la gente puede hacer vida humana e interhumana. La crisis rompió toda normatividad. No hay reglas en la política ni en la economía ni en el tránsito ni en el amor. Tú y yo deberemos establecer las nuestras".
Barylko aseguraba que "la salida de la crisis no es sencilla pero es posible. Consiste sobre todo en evitar soluciones fáciles y comprometerse con lo mejor de uno mismo y con los demás".
"Pensar no significa preocuparse por cómo voy a viajar el próximo domingo. Esto responde a cierto automatismo mental, que no exige esfuerzo. Pensar es un acto de esfuerzo". (DyN y Télam)
La Ciudad
