Año CXXXVI
 Nº 49.703
Rosario,
jueves  26 de
diciembre de 2002
Min 21º
Máx 29º
 
La Ciudad
La Región
Política
Economía
Opinión
El País
Sociedad
El Mundo
Policiales
Escenario
Ovación
Suplementos
Servicios
Archivo
La Empresa
Portada


Desarrollado por Soluciones Punto Com





Central Córdoba y Argentino
Santángelo y Taffarel analizan las campañas de charrúas y salaítos

Javier Parenti / La Capital

Uno tomó la conducción del equipo en la 7ª fecha para remontar los resultados adversos del comienzo y lo logró. Es más, redondeó una campaña brillante. El otro no tuvo la misma fortuna final, encima el comienzo fue mucho más incierto y complicado, al punto que armó el plantel cuatro días antes de iniciarse el torneo. El primero de ellos es Oscar Santángelo, un charrúa de ley que se animó a dirigir el primer equipo y así cumplir su gran sueño. Y Adrián Blas Taffarel es quien tomó el reto salaíto para poder demostrar todo lo que había cosechado en sus brillantes campañas en el fútbol de la región volcándolo por primera vez al fútbol profesional. Ambos en el durísimo certamen de Primera B, en el que tanto Central Córdoba como Argentino son importantes protagonistas.
El Cabezón Santángelo, como se lo reconoce por Tablada, arrancó "con una victoria clave ante Tristán Suárez. Ahí el grupo demostró un hambre bárbara para ganar cosas. Se notó en el micro, en la charla técnica. Se veía que se podía revertir el mal comienzo".
Claro, pero lo mejor para los charrúas -y para su continuidad como DT- fue ganar el clásico en el Gabino Sosa. "Sí, fue una gran alegría. Un triunfo muy importante. Lástima que después jugamos muy mal ante Temperley y perdimos, pero enseguida nos recuperamos goleando a Talleres", agregó Oscar para después explicar que siguió "un nuevo traspié en cancha de All Boys, que no merecíamos porque en el primer tiempo se vio lo mejor del equipo en el torneo. Por eso después no perdimos más. Y de 21 puntos logramos 19, y eso que jugamos cuatro partidos de visitantes".
En tierra salaíta fue todo mucho más difícil y Taffarel tuvo que armar todo de la nada. "Surgió esta posibilidad y me gustó el desafío. Más allá de que mi idea de trabajo es distinta, porque me gusta tener tiempo para trabajar a un equipo antes de la competencia. Pero hay que saber que nadie te va a dar lo mejor para empezar, y no quedó otra que poner todo el empeño y coraje para arrancar", sostuvo Adrián.
"Conocía a futbolistas del interior y en tres días agrupé cerca de 20 jugadores. Tuvimos la suerte de ganar el primer partido -los muchachos se trataban de 8 dámela, 9 tomá- y empatar el segundo, pero después surgieron los problemas que uno sabía que aparecerían y perdimos muchos puntos. Después el equipo se fue ensamblando y levantando de a poquito, sobre todo en lo físico. Nos dimos varios golpes por la inexperiencia, pero terminamos como un equipo fuerte y sólido. Con defectos, pero aprovecharemos la pretemporada y se verá un gran cambio para la segunda etapa", explicó el DT.
Taffarel apostó a futbolistas del interior, pero no todos logran adaptarse al fútbol de la B. "Sí, muchos no alcanzaron el nivel pese a que en el campo brillaban. Antes, cuando yo jugué en la B, no era tan competitiva como ahora. Además, Buenos Aires se tira más por este campeonato que por la B Nacional y por eso la repercusión es mayor y no es sencillo adaptarse a la categoría", reconoció.



Oscar tuvo un buen arranque y Adrián no pudo armar el equipo. (Foto: Angel Amaya)
Ampliar Foto

Ampliar Foto

Ampliar Foto
Notas relacionadas
La gran oportunidad
Goles clásicos y orgullo por el Trinche
Diario La Capital todos los derechos reservados