Entre los Andes y el Atlántico la Patagonia argentina despliega atracciones incomparables, únicas, maravillosas. Hacia el oeste, en las cumbres cordilleranas, la naturaleza se desborda en picos de granito y glaciares que descienden hacia lagos de aguas verdes. Mientras que en el este, las agrestes costas del Atlántico sirven de residencia temporaria a colonias de lobos marinos y ballenas francas, que eligen esta zona para procrearse. Pero es bien hacia el sur donde la región conserva su joya más preciada, la pintoresca localidad de Ushuaia, enclavada en el sitio preciso donde el mundo llega a su fin y la belleza paisajística a la cumbre.
Cuando calienta el sol la Patagonia florece. La base de las montañas y los bosques de pinos y araucarias son ideales para armar campamento y compartir unos días a pura aventura. Senderismo, trekking, rafting, buceo, esquí acuático, windsurf y escalada son las propuestas preferidas por cada vez mayor cantidad de visitantes.
La Patagonia dispone de grandes lagos de origen glaciario y ríos de aguas cristalinas. Estos cursos de agua, alimentados por el deshielo primaveral de la cordillera, ofrecen ricos pesqueros de truchas arco iris y marrones, fontinalis y salmones. Las aguas frías de ríos y arroyos son óptimas para la pesca con mosca y trolling. Vale aclarar que en los ríos y arroyos de la región se permite exclusivamente la pesca con mosca.
La costa marítima patagónica dispone de excelentes lugares para la captura del róbalo, pejerrey, falso salmón de mar y mero. Bahía San Blas, al norte, es uno de los pesqueros más pródigos. En estas aguas se pueden capturar tiburones de 100 o más kilos. Otros lugares más al sur, interesantes para la pesca son, San Antonio Oeste, el golfo San Matías, el golfo San Jorge y la desembocadura del río Gallegos. Pero no sólo por los paisajes cautiva la Patagonia. La exquisita gastronomía de la región es un derroche de sabores. Está representada por fondues de queso o chocolate, carnes de ciervo y jabalí, truchas y salmones de criadero, frutos silvestres, dulces artesanales, tortas galesas, mariscos de la costa atlántica, centolla y carne de cordero patagónico.
Con esta gama de atractivos la región se prepara para la temporada estival, que promete ser una de las mejores de los últimos años. A continuación, un recorrido por los caminos del sur haciendo escala en las siete maravillas patagónicas.
Bariloche
San Carlos de Bariloche fue fundada en mayo de 1902 a orillas del lago Nahuel Huapi, en la provincia de Río Negro. La ciudad se distingue por la arquitectura alpina y la belleza paisajística, que combina cerros, bosques, lagos, glaciares y una flora exuberante.
Es una de las ciudades más pobladas de la provincia y uno de los centros turísticos más importantes del país. En la zona céntrica vale la pena visitar el centro cívico, lugar donde funcionan los principales organismos oficiales, y realizar un paseo por las galerías comerciales, confiterías, restaurantes y pubs.
Cuando llega el verano la ciudad le da la bienvenida al turismo aventura. La geografía es ideal para los circuitos de trekking, mountain-bike, rafting y cabalgatas.
Sin duda, uno de los clásicos de Bariloche son los chocolates artesanales, el souvenir más preciado por los turistas que arriban a la ciudad. Además en los últimos años adquirió notable auge la elaboración de mermeladas hechas con frutas finas de la zona.
Caviahue - Copahue
Ubicada en la provincia de Neuquén, al pie del volcán Copahue y a orillas de un hermoso lago, florece Caviahue, una villa de montaña que en lengua mapuche significa "lugar de fiesta o reunión".
Por un curioso fenómeno climático la temperatura de Caviahue es agradable en verano y en invierno. En la temporada estival sus alrededores son especialmente aptos para el turismo aventura, con la realización de cabalgatas, pesca deportiva, montañismo o caminatas en familia, favorecidas por el bajo nivel de dificultad de los cerros y senderos. En materia de servicios posee una confortable infraestructura hotelera.
Famosa por sus termas, la pequeña villa de Copahue no posee población estable y sólo es habitada durante la temporada estival por pobladores golondrinas. Está enclavada en una hondonada de diez hectáreas y presenta una nutrida y compleja actividad termal, reconocida como una de las tres mejores del mundo.
En la actualidad se ha instalado un centro de alta complejidad con capacidad para 2.500 baños por día. Un selecto grupo de profesionales y técnicos supervisan los tratamientos con el fin de aconsejar el baño más conveniente. Allí se tratan afecciones reumatológicas, respiratorias y dermatológicas en cómodas cabinas individuales o en los tradicionales baños grupales.
En dicho centro pueden ser realizados tratamientos de balneoterapia, masoterapia y kinesioterapia que se complementan con reeducación y rehabilitación física. Posee también vestuarios, gimnasio y sauna. Las instalaciones termales al aire libre corresponden a las lagunas del Chancho y Verde.
El lugar posee también numerosos manantiales de aguas para beber, que por sus características se denominan: de vichy, sulfurosa, del limón, del mate y del volcán. También cuenta con fumarolas para tratamientos con vapor en cabinas.
Península de Valdéz
Ubicada a 1.400 kilómetros al sur de Buenos Aires, península Valdés se presenta como el lugar de mayor concentración de fauna marina. La porción de tierra penetra en el mar formando dos golfos de abrigadas aguas, sitio que eligen las ballenas francas australes para cumplir su ciclo reproductivo, entre mayo y el mes en curso.
Desde la localidad de Puerto Pirámides y ubicados en cómodas y modernas embarcaciones se parte en busca de los cetáceos que -como si supieran- están atentos a la llegada de los barcos para mostrarse en plenitud y sacar las grandes aletas como señal de bienvenida. Allí se produce el momento mágico donde hombre y animal establecen una comunicación casi perfecta, cautivante. Es un espectáculo para no perderse.
Pero las sorpresas en esta zona continúan. Existe la posibilidad de visitar colonias de lobos marinos y apreciar delfines, ñandúes, maras y guanacos. Además es recomendable realizar un recorrido por la Isla de los Pájaros, donde se protege a miles de aves marinas, entre ellas, cormoranes, gaviota cocinera, garza bruja y garza blanca. Otros sitios que merecen una visita son Punta Pirámide, un apostadero de lobos marinos, y Punta Delgada, donde es posible entrar en contacto con elefantes marinos. En tanto, Caleta Valdés es una estrecha lengua de tierra que separa el mar abierto de una laguna marina y en cuyas costas se congregan pingüinos magallánicos, lobos y elefantes marinos, además de guanacos, maras y ñandúes llegados con la marea baja a sus islas interiores.
En la punta norte de la península se ubica el mayor apostadero continental del mundo de elefantes marinos del sur. El nombre proviene de su característica trompa (alcanzan los 7 metros de largo y las 3 toneladas de peso). Estos mamíferos se alimentan de peces, calamares y pulpos y llegan a sumergirse hasta los 200 metros de profundidad en busca de sus presas. En esta zona se recomienda acudir al centro de interpretación, en el istmo Ameghino, donde se brinda toda la información necesaria.
Villa La Angostura
En el sur de la provincia de Neuquén y situada en el corazón de los lagos del Parque Nacional Nahuel Huapi se ubica Villa La Angostura, una atractiva comarca de montaña. Aquí está la entrada del Parque Nacional Arrayanes, donde se encuentra el único bosque puro en forma arbórea del mundo.
La comarca posee una arquitectura muy atractiva, de estilo montañés, con edificaciones ubicadas sobre las playas bañadas por el lago Nahuel Huapi, algunas de ellas muy suntuosas y con vistas espectaculares.
Es una zona cautivante, donde abundan sitios poco transitados por el hombre, que permiten gozar a los visitantes de tranquilidad y silencio.
La localidad tiene una ubicación perfecta para los cultores de la pesca deportiva y el turismo aventura. Brinda la posibilidad de realizar trekking, montañismo, mountain bike y kayac, entre otras actividades.
Las excursiones terrestres y lacustres, que recorren los alrededores de la villa, permiten conocer los bosques de arrayanes, visitar la bahía Manzano y llegar a cascadas bellísimas.
Ushuaia
Ushuaia, la ciudad más austral del mundo, es la capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Situada a orillas del canal Beagle y rodeada por los montes Martial, ofrece un paisaje único que combina montañas, bosques y mar.
La caprichosa topografía ha generado una ciudad sumamente colorida con numerosos desniveles. Llama la atención de los visitantes el contraste edilicio entre modernos edificios y casas de madera multicolores con techos de chapa a dos aguas, siempre con la cordillera de los Andes como telón de fondo. Su clima no es tan riguroso, ya que las montañas y el mar suavizan las temperaturas. En verano la vedete son las actividades de turismo aventura como trekking, cabalgatas, mountain bike, pesca deportiva y paseos en barco por el canal Beagle, el cabo de Hornos e inclusive la Antártida.
La ciudad cuenta con una excelente infraestructura hotelera y gastronómica. Entre los platos típicos se destaca la tradicional centolla fueguina, una verdadera delicia para el paladar.
San Martín de los Andes
San Martín de los Andes, emplazada entre la margen oriental del lago Lácar y el fértil valle Vega Maipú, es una típica aldea cordillerana de estilo alpino, salpicada de cabañas de madera y surcada por anchas calles que acompañan la silueta de los cerros.
En verano las actividades recreativas se desarrollan en contacto directo con la naturaleza, en especial dentro del Parque Nacional Lanín, donde se practica trekking, rafting, montañismo, safaris fotográficos y excursiones en 4x4.
Dotada de una importante capacidad hotelera y gastronómica, San Martín de los Andes cuenta con servicios turísticos de primer nivel. Los restaurantes se especializan en preparar ciervos, truchas y fondues, mientras que los bares sirven deliciosas meriendas a base de tortas y chocolates.
Para animarse al turismo aventura es recomendable contactarse con guías de pesca y trekking, que acompañan al visitante por parajes maravillosos y hasta permiten llegar a asentamientos mapuches. Por la noche la actividad pasa por los boliches bailables y el casino.
Por estos días la música llegó a la villa cordillerana. León Gieco, Pedro Aznar y el acordeonista Chango Spasiuk, entre otros músicos, están participando desde el viernes pasado y hasta mañana del Festival de Músicos Argentinos, que se desarrolla en el anfiteatro del Parque Nacional Lanín, en la localidad neuquina.
Hoy participarán del encuentro Verónica Condomí (trío de folclore y fusión), Carlos Aguirre (quinteto de folclore de Paraná), Chango Spasiuk (quinteto de música misionera) y Pedro Aznar (quinteto de pop y música argentina). Mientras que mañana bajarán el telón del festival Herquen (música andina de San Martín de los Andes), Motta Luna (cuarteto de Santiago del Estero), Mapuche (representación de la comunidad indígena local) y León Gieco.
Calafate
Una de las maravillas del mundo que no debe dejar de visitarse es el glaciar Perito Moreno, que junto a otras lenguas de hielo que bajan de la cordillera, integran el Parque Nacional Los Glaciares.
El Perito Moreno tiene 4 kilómetros de frente y 60 metros de altura sobre el nivel del lago Argentino, donde se encuentra en estado de equilibrio. Durante todo el año asombran los constantes derrumbes de torres de hielo que caen al vacío y se fragmentan en múltiples témpanos que luego recorren las aguas del lago.
Al glaciar se arriba desde El Calafate, desde donde también puede emprenderse una excursión lacustre hacia el glaciar Upsala, de 60 kilómetros de longitud. Mientras que los glaciares Onelli y Agassiz pueden apreciarse luego de una caminata de 1,5 kilómetros que se efectúa desde la bahía Onelli.