Hace muy poco viajé con mi familia a la provincia de Córdoba, a la ciudad de La Falda, que se encuentra en el pintoresco Valle de Punilla. Fue notable el cambio de relieve que observé durante el trayecto desde la ciudad de Rosario, lugar situado a 500 kilómetros, hasta llegar a destino. Partimos desde nuestra llanura pampeana y llegamos a una zona de cerros de diferentes alturas y colores, cruzados por ríos cuyas nacientes estaban situadas en lo alto, descendiendo algunos mansamente por la suave pendiente y otros en forma de cascadas abiertas en varios brazos, conformando un paisaje muy atractivo. Esta geografía es aprovechada por el hombre para generar energía, por ello en el lugar se pueden apreciar numerosos embalses. La vegetación es densa, caracterizada por arbustos, árboles, montes de pinos, eucaliptos y otros. El clima es seco y se observan diferencias de temperatura durante el día. Los turistas pueden disfrutar de los balnearios a orilla de los ríos y recorrer las sierras por los numerosos caminos que la cruzan, bordeados de las características hierbas medicinales. Germán Bongelli, alumno de 7º año de la Escuela Brigadier Estanislao López
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