El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Compañías de Seguros, Francisco Astelarra, rechazó ayer la decisión del Parlamento de subir los aportes que realizan los trabajadores con salarios superiores a los 4.800 pesos.
Astelarra consideró ayer que esta decisión constituye "un nuevo impuesto al trabajo" y afirmó que "acá nunca se piensa en lo más importante que es la gente".
La Cámara de Diputados dio el jueves media sanción al Presupuesto 2003 donde, entre varias modificaciones tributarias, se incluyó una importante variación a los aportes salariales mayores a los 4.800 pesos.
En la Cámara baja se votó un artículo que elimina el techo para que el trabajador efectúe aportes previsionales y los empleadores las suyas.
Hasta ahora, los sueldos tributan solamente hasta ese tope, quedando el excedente libre de cargas previsionales.
Así se había dispuesto al implantarse el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en julio de 1994, a instancias del por entonces ministro de Economía Domingo Cavallo.
Con la modificación realizada por la Cámara de Diputados, desaparece el tope y todos los sueldos pagan en forma proporcional, lo cual aumentará la recaudación impositiva, afectando a los que más ganan.
Un fondo para los jubilados
La idea del gobierno es utilizar estos fondos para hacer frente al reintegro del 13 por ciento a los jubilados que sufrieron ese descuento desde mediados de 2001.
De todos modos, durante la sesión del jueves en Diputados se suscitó una fuerte discusión sobre el pago del retroactivo del 13% que si bien se abonará a los empleados públicos y a la mayoría de los jubilados con títulos públicos, hay voluntad en el Congreso para que se pague en efectivo a las personas mayores.
Astelarra sostuvo que "en los últimos 40 años siempre se hizo un mal uso y se apropiaron de los fondos jubilatorios".
Por otra parte, Astelarra señaló que "si ese aporte fuese a la cuenta individual del trabajador, también estaría generando un problema a la cobertura de vida", porque explicó que "el capital complementario sería significativamente mayor".
Así el ejecutivo puntualizó que si bien "las compañías de vida tendrían pocos casos con estos salarios, en el caso de un fallecimiento o invalidez, la suma asegurada sería elevadísima", por lo cual estimó que "se generaría una dispersión de riesgos".
La Ciudad
