| | cartas Atrapados sin salida
| Después de ver en un programa de televisión local dos debates sobre la problemática de los boliches (el alcohol, los menores y la seguridad) creemos que quedó demostrado (si hacía falta más) lo que los vecinos de bares y confiterías padecemos hace años: la falta de control. Si chicos de 12 a 17 años dicen por televisión que toman alcohol en las confiterías bailables -donde según la ordenanza vigente no podrían entrar y mucho menos consumir alcohol-, y esto pasa totalmente inadvertido a pesar de la gravedad que implica, ¿Cómo podemos esperar que se controlen el nivel de la música, el tránsito, el orden urbano, las habilitaciones o los que tergiversan rubro? ¿cómo es posible que sea tan fácil incumplir la ley? ¿Es ese el ejemplo que nuestras autoridades municipales quieren darles a estos chicos? El fin de semana pasado fue para los vecinos otra tortura, ¿hasta cuándo seguirán exigiéndonos el pago puntual de nuestros impuestos mientras Registración e Inspección, Control Urbano, Tránsito, cuyos sueldos pagamos nosotros, están siempre ausentes? Rosario, municipio saludable: un gran contrasentido; la mejor ciudad para vivir, siempre que no haya bares o confiterías bailables en la zona; caso contrario, como dijo Bonfatti, mejor irse al campo. ¿Es lo único que nos queda? Lamentamos que el intendente Binner nunca nos haya recibido para respondernos. Nos sentimos realmente atrapados sin salida. Silvia Messina y Marta Naveira
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