Adolf Hitler nació en Alemania y no en Austria como se dijo siempre y fue ingresado en forma ilegal a través de la frontera entre ambos países horas después de ver la luz, según se sostiene en una nueva biografía del dictador nazi publicada ayer en Alemania.
Hitler, quien recién adoptó la nacionalidad alemana en 1932, meses antes de asumir el poder en enero de 1933, dijo que había nacido en la ciudad austríaca fronteriza de Braunau el 20 de abril de 1889 y la que se dice fue su casa natal sigue aún en pie.
Sin embargo, el nuevo libro del periodista Egon Fein, titulado "El camino de Hitler hacia Nüremberg", sostiene que la madre del futuro Fuhrer se encontraba en el lado alemán de la frontera, en la localidad de Simbach, al norte de Braunau, cuando comenzó con el trabajo de parto y dio a luz.
En su versión del nacimiento de Hitler que se basa en la anécdota de un supuesto testigo de entonces, Fein señala que el padre de Hitler, Alois, cumplía con su trabajo en la aduana del lado alemán de la frontera. Su prometida, la criada Klara Schicklgruber, cruzó esa noche el río Inn, que separa Alemania de Austria para llevarle la cena a la oficina. Allí la sorprendieron fuertes contracciones y dio a luz al pequeño Adolf.
Esta versión fue la que contó un sacerdote capuchino, el padre Ubald, quien bautizó al niño en Braunau, en la parte austríaca, dos días después de nacer.
Décadas más tarde, cuando Hitler llegó al poder, el padre Ubald contó "la verdadera historia" del nacimiento del dictador. Dijo que los padres de Hitler, preocupados por las dificultades burocráticas que podría traer aparejadas un nacimiento a través de la frontera, contrabandearon al recién nacido esa misma noche de regreso a Austria.
El padre Ubald siguió sosteniendo hasta su muerte que esa versión era la verdadera. "El, personalmente, me contó la historia antes de morir en 1992", dijo el padre Alois Duerlinger, sacerdote en el monasterio de Maria Alm, en Austria.
Fein reconoce que se trata de una afirmación anecdótica sin pruebas concretas, pero si se le da crédito, los padres de Hitler hicieron todo lo posible por eliminar evidencias del nacimiento de su hijo en Alemania y ahorrarse tortuosos trámites burocráticos en ambos países.
Alois Hitler murió en un bar en 1903 y Klara falleció de tisis en 1907. Hasta hoy no se sabe si la pareja se casó, lo que dio pie al rumor de que el verdadero apellido de Hitler fue Schicklgruber y no Hitler.
El peso de la historia
La ubicación real del lugar de nacimiento de Hitler tiene poca importancia histórica, pero el hecho de que hubiera nacido en Alemania reivindicaría la reputación de dos ciudades: Braunau, la que aparentemente lo vio nacer, y Brunswick la que le otorgó la ciudadanía germana.
"Simplemente sería sensacional si efectivamente se comprobase que nació del otro lado de la frontera", dijo el historiador oficial de Braunau, Werner Forster, al periódico sensacionalista Bild. "Esta ciudad tuvo que soportar tanto por haber sido conocida como la localidad natal de Hitler".
Hitler se unió al Ejército de Bavaria a comienzos de la Primera Guerra Mundial en 1914. Hitler se convirtió oficialmente en ciudadano alemán en 1932. Brunswick, en el norte de Alemania, detenta el dudoso privilegio de haber concedido a Hitler la ciudadanía alemana y allanarle así el camino para asumir la jefatura de gobierno de Alemania.
Otras ciudades le habían negado anteriormente la solicitud, pero Brunswick era entonces un bastión de simpatizantes de los nacionalsocialistas y le otorgó la ciudadanía a pesar de que ni siquiera tenía domicilio allí.
Brunswick lo convirtió en ciudadano alemán en febrero de 1932, justo a tiempo para presentarse a las elecciones a presidente del Reich. Pero Hitler fue vencido por el presidente Paul von Hindenburg, el mariscal de tierra que había sido elegido en 1925 y que ejerció el cargo hasta su muerte en 1934.
A los comicios le siguieron meses de inestabilidad política con dos elecciones generales en las que el partido nazi se erigió en primera fuerza, pero Hindenburg se negaba a encargar a Hitler la formación de gobierno.
El veterano presidente finalmente cedió y Hitler fue catapultado al poder el 30 de enero de 1933 como canciller de una coalición de centro-derecha. La muerte de Hindenburg en 1934 permitió que Hitler accediera rápidamente a los poderes dictatoriales que tanto ansiaba. (Télam y Reuters)