La policía británica advirtió al príncipe Harry, el segundo hijo de la princesa Diana, sobre la existencia de un complot para robar parte de su cabello en un intento de obtener una muestra para determinar su ADN, e intentar demostrar que no es hijo del príncipe Carlos. El Sunday Times publicó en su edición de ayer que la policía había dado la voz de alarma después de que el secretario privado del príncipe Carlos, padre de Harry y heredero al trono británico, recibió una carta de un antiguo abogado de la oficina de policía, detallando los planes. Ni la policía ni el personal del príncipe Carlos hicieron comentarios sobre el asunto. Los científicos pueden llevar a cabo una prueba sobre ADN en un minuto gracias a una muestra de pelo, piel o saliva, estableciendo una relación de sangre entre dos individuos. Harry, de 18 años y conocido por su mata de pelo naranja, es el menor de los dos hijos que tuvieron Diana y Carlos. Diana, que murió en un accidente de tráfico en 1997 en París, y Carlos, se divorciaron después de que se hicieran públicas las relaciones adúlteras de ambos cónyuges. Carlos mantenía una relación con Camilla Parker Bowles y Diana con un antiguo oficial del ejército británico, James Hewitt. En septiembre Hewitt denegó categóricamente en una entrevista concedida a un periódico que fuera el padre biológico de Harry, en un intento de acabar con ciertos rumores maliciosos. "He sabido que el tema de la paternidad de Harry se ha convertido en un asunto muy discutido. No hay posibilidades en absoluto de que yo sea su padre", dijo el antiguo oficial al Sunday Mirror, añadiendo que su aventura con Diana había comenzado cuando Harry era un bebé. El Sunday Times, citando fuentes no identificadas cercanas al Palacio de Saint James, la residencia londinense del príncipe Carlos, dijo que la carta aseguraba que un medio de comunicación había contratado a un detective privado para obtener una muestra del pelo de Harry. Una parte del plan era el de ingeniar un encuentro entre Harry, quien todavía estudia en el colegio en Eton, y una atractiva mujer, que sería la encargada de arrancarle algunos cabellos, dijo el periódico. (Reuters)
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