Jerusalén. - El ejército israelí permanecerá en Belén (Cisjordania) durante las fiestas de Navidad, y prohibirá por segundo año consecutivo al líder palestino Yasser Arafat participar de la tradicional misa de Gallo en la medianoche del 24 de diciembre, anunció ayer el primer ministro israelí Ariel Sharon. "No hay razón alguna para permitir que Yasser Arafat participe en una ceremonia que simboliza la paz y la reconciliación, cuando él nada ha hecho contra el terrorismo y sólo ha aportado catástrofes a los cristianos palestinos", afirmó un dirigente israelí, precisando que los soldados israelíes permanecerán en Belén para "garantizar la seguridad".
Los palestinos denunciaron inmediatamente las provocaciones de Israel. "La actitud palestina israelí es estúpida y constituye una provocación para el pueblo palestino. También es un patente desafío al derecho internacional", sostuvo Nabil Abu Rudeina, consejero de Arafat. "Israel había prometido a Estados Unidos y al Papa Juan Pablo II que su ejército se retiraría para las fiestas de Navidad, pero ha mentido y desafiado a la comunidad internacional", añadió.
El jueves, el presidente israelí Moshé Katsav había prometido al Papa Juan Pablo II en Roma una retirada de Belén para Navidad si no había "alertas terroristas", pero esta posibilidad fue descartada de inmediato por el ejército. El año pasado, Arafat no pudo trasladarse a Belén para asistir a la misa en la basílica de la Natividad construida sobre la gruta donde Jesús nació según la tradición cristiana, como hacía cada año desde que la ciudad pasó bajo control de la ANP en 1995.
El ejército israelí, que bloquea a Arafat en su cuartel general de Ramala, en Cisjordania, desde hace más de un año, volvió a ocupar Belén el 22 de noviembre en respuesta a un atentado suicida en Jerusalén hace tres semanas. El agresor era de un pueblo de las cercanías de Belén.
Concesiones sobre Jerusalén
Mientras tanto, se supo que el opositor Partido Laborista será el primero en abandonar el reclamo de una "Jerusalén indivisible" como capital israelí en su programa para las elecciones del 28 de enero.
El secretario general, Ofer Pines, declaró que el partido laborista israelí está dispuesto a renunciar a la anexión de los barrios árabes de Jerusalén en el marco de un acuerdo de paz con los palestinos. "Queremos que Jerusalén se convierta en una ciudad donde se pueda vivir con normalidad. Ahora bien, los barrios árabes anexados no forman parte de la ciudad. Esta medida fue tomada para agrandar Jerusalén", señaló Pines en un programa de la radio pública.
"Si logramos que se reconozca a los barrios judíos de Jerusalén como capital eterna de Israel por el mundo entero y que a cambio nosotros renunciemos a algunos barrios árabes y logremos de esta manera la paz, se trataría de la mejor noticia posible para el pueblo de Israel", prosiguió Pines. El responsable laborista fue interrogado tras la publicación por el periódico Maariv de informaciones sobre un proyecto de programa electoral de los laboristas para las legislativas de enero.
El programa estipula que Jerusalén es la capital de Israel en los barrios judíos de la ciudad. La fórmula fue criticada por el ala dura del partido, liderada por el ex ministro de Defensa, Binjamin Ben Eliezer. Sin embargo, el programa será sometido al jefe del partido, Amram Mitzna, para su adopción. (AFP)