Sergio Roulier / La Capital
La bajada Sargento Cabral, el lugar más antiguo de la ciudad, podría recuperarse y convertirse en el centro de un polo turístico y cultural de la zona. Al menos esto es lo que propone un proyecto que busca, entre otras cosas, refuncionalizar el subsuelo que hay en avenida Belgrano al 900, propiedad de la Municipalidad, y adquirir otros inmuebles de la manzana. La idea, de la artista plástica Diana Bianchi, fue recogida por los concejales del Partido del Progreso Social (PPS). El Concejo ya declaró sitio histórico al lugar, y este mes se presentará la propuesta de crear un circuito turístico-educativo y cultural entre Sargento Cabral, Belgrano, Laprida y Urquiza. La Sargento Cabral, antiguamente conocida como bajada Grande, fue el primer embarcadero en el siglo XVIII. Sobre esa jurisdicción se asentaron los primeros pobladores. En 1852, el general Urquiza declaró a Rosario Puerto de la Confederación Argentina y la bajada se convirtió en el eje de ese movimiento. Allí todavía se conserva el primer nivel que tuvo Rosario, antes de la construcción de la avenida Belgrano, en 1899, para evitar las crecidas que inundaban los depósitos de la vieja calle del bajo. Los concejales lo declararon sitio histórico, en el marco de los 150 años de la declaración de Rosario como ciudad y los cien años de la inauguración de las obras del puerto. En el proyecto también se contempla un relevamiento técnico de los edificios con valor histórico de la zona, tarea que ya comenzó Bianchi, los que aún no están incorporados al programa de Patrimonio Histórico de la ciudad. El subsuelo donde funciona la Casa del Artista Plástico, en la bajada y Belgrano, es una muestra del nivel original. Esa casa se extiende hasta la media cuadra y está ocupada sólo un tercio. El resto se encuentra en estado de abandono. El objetivo es que la Municipalidad le dé un uso cultural al lugar. Y que se haga cargo de los inmuebles que están por encima del subsuelo, hoy cerrados y en manos de privados. Uno es la vieja casa de los Pinasco (Belgrano 942/950), donde hasta hace poco funcionó un boliche bailable. Le sigue un terreno, también abandonado. Y otro edificio sin ocupar, que era el cabaret de Rita La Salvaje. Santiago Pinasco se radicó en Rosario en 1850 y fundó un pequeño negocio de artículos navales que más tarde se convirtió en la firma Santiago Pinasco y CIA, la mayor importadora de petróleo del país. Sobre la bajada Sargento Cabral se levantó el galpón de la compañía, cuyo último uso fue una confitería bailable (Contrabando). El inmueble cuenta con dos ingresos y en el medio estaban las oficinas de la compañía. Hay cuatro escaleras que van a la planta alta, antiguas viviendas de la hija del dueño, donde hoy hay un gimnasio y una librería. "Estas instalaciones están en buen estado", apuntó Bianchi, al igual que el condominio de Urquiza y la bajada, hasta donde se extiende la vieja construcción. La idea es que esos edificios formen parte de un circuito turístico y cultural que incluya el sector delimitado por Sargento Cabral, Belgrano, Laprida y Urquiza. Según confirmó el concejal Alfredo Curi (PPS), antes de fin de año presentarán un proyecto para que coloquen carteles en los sitios históricos de la manzana. Bianchi citó algunos, como el mojón de Suero que marcaba el límite de dos grandes propiedades del siglo XVIII, en calle Urquiza al 800; el primer embarcadero, en Sargento Cabral y Belgrano, y el edificio Aduana.
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