Año CXXXVI
 Nº 49.694
Rosario,
domingo  15 de
diciembre de 2002
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Desequilibrio."Pueblo de haraganes"
Puiggrós arremete contra la falta de una cultura del trabajo en el país
La investigadora del Conicet dijo que la escuela fue pensada para disciplinar y no para producir

Adriana Puiggrós, directora de la Fundación Alternativas Pedagógicas y Prospectivas en América Latina (Appeal), sostuvo que uno de los problemas del sistema educativo nacional se debe a que históricamente el trabajo no fue un valor inserto centralmente en la cultura argentina.
Recordó en ese contexto que los ciudadanos argentinos, considerados en el exterior como "cultos" en general, fueron, sin embargo, descriptos -a fines del siglo XIX tanto por Domingo Faustino Sarmiento como por Juan Bautista Alberdi- como "un pueblo de haraganes e inútiles que nunca iban a aprender nada". En ese marco, consideró que la Argentina es un país que produjo vanguardias científicas, artísticas e intelectuales, incluso deportivas y políticas, aunque esas vanguardias "no se conectaron con el conjunto de la población y los problemas del país".
La investigadora del Conicet y ex secretaria de Ciencia y Tecnología de la Nación señaló que "hay un problema fundante: la ilusión de la renta agraria; la ilusión del país de las vacas gordas, el mito comprado desde la generación de 1880 en adelante, de que a este país le va a ir bien simplemente por lo que derramó durante muchos años la renta agraria".
Según la investigadora, "hubo una idea estetizante de la modernización, no una idea económico-social del desarrollo y tanto el desarrollo de la ciencia como el desarrollo del sistema educativo estuvieron en función, en el caso de la ciencia, de tener vanguardias científicas, pero no de crear verdaderas vinculaciones entre la producción científica y el desarrollo económico social".
Sobre los intentos -en los 70- de vincular la ciencia con el desarrollo económico, dijo que "a fines de los 60 y comienzos de los 70 hubo una corriente que integraban, entre otros, Rolando García y Oscar Varsasky, que tenían ese impulso. Actualmente, la mayor parte de los investigadores está vinculada a empresas y programas de desarrollo pero en una situación de crisis espantosa del país. Llegamos a esto en parte como producto de una enorme imprevisión, de no conectar la producción de conocimiento con el desarrollo. Eso en cuanto a la investigación y en cuanto a la transmisión de la cultura, porque el sistema escolar fue pensado para disciplinar ciudadanos y no para formar ciudadanos productivos. No se introdujo la idea de trabajo".

"M'hijo el doctor"
"Durante mucho tiempo se veía con orgullo que un trabajador pudiera llevar con sacrificio su hijo a la universidad y la vinculación del trabajo con la cultura se veía en forma peyorativa. Creo que lo principal fue efectivamente el mito de la renta agraria. En ese marco, la educación básica y media falló porque siempre tuvo como meta los hijos doctores y no pudo contener entre sus objetivos enseñar a trabajar o dar salidas hacia otro tipo de profesiones que no necesariamente fueran las clásicas de la universidad, abogados o médicos".
Puiggrós afirmó que "si damos un salto a la situación actual, un acto de discriminación importante es que los terciarios están descalificados respecto a las universidades y si alguien cursa un terciario no es reconocido ni acreditado por las universidades. Hay que organizar un sistema de educación superior en el que los terciarios estén vinculados a las universidades".
Por otra parte, según Puiggrós, "nunca hubo una derecha laica tan activa en el tema educativo como ahora. Son proyectos de mercado. El mercado de la educación en el mundo es uno de los rubros más importantes. Desde los 80 en Estados Unidos, el neoliberalismo trae la idea de que la educación es un elemento de mercado, al punto que en la Organización Mundial del Comercio hay un sector que quiere poner la educación superior en las lista de las mercancías y confrontan con los sectores democráticos que sostienen que la educación es un bien social".
"En Argentina esos proyectos se apoyan, por un lado, en una teoría norteamericana que dice que hay una selección cultural, que hay muchos sectores que están afuera de la cultura. Por lo tanto la propuesta es un sistema educativo para los sectores privilegiados, y políticas focalizadas dirigidas a los sectores de mayor riesgo social", advirtió.



Para la pedagoga, la ilusión de las vacas gordas terminó.
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